Alexander Mackenzie
—Tengo todo listo para que tomes el cargo en la empresa, Alex —Escuché a mi padre por el manos libres — Cuando llegues allá te indicaran tu oficina... sabes que estará todo a tu absoluta disposición, solo tienes que ordenar y te lo darán.
Pasé años tratando de evitar acercarme a la empresa de mi padre... no solo por el hecho de que me haya sentido traicionado por él al conservar el trabajo de Liam, sino también por la esperanza de que algún día mi hermana volviera y se hiciera cargo.
Hubiera sido una buena manera de ahorrarme este inconveniente de tener que actuar como el jefe supremo.
"Mackenzie Companies" estaría en mis manos y también todo lo que conlleva tener esa responsabilidad.
La compañía se encarga de financiar a diferentes empresas que están en rápido crecimiento y que necesiten una gran cantidad de dinero, algo así como un préstamo.
La única diferencia es que, al momento de pagar la deuda, en vez de sumar intereses, las empresas venden a Mackenzie Companies un porcentaje de sus acciones. Como supondrán ustedes, esas acciones a medida que van creciendo, el dinero que se invirtió se va duplicando... Si algo sale mal, si se elige una empresa donde no haya posibilidades de sustento en el tiempo... no hay dinero.
Y ahí es donde está mi responsabilidad... Si hago una mala gestión, la empresa de Toronto se liquida.
—Está bien, ¿contrataste a los asesores que te pedí?
No era un tema desconocido para mí, pero si tenía ayuda extra, sería muchísimo mejor. Además, tendría que ajustar mis horarios para poder realizar sin ningún problema, las dos cosas... Universidad y empresa.
—Los elegí yo mismo... llegarán el lunes a Toronto.
—Genial.
Las cosas con papá siempre han sido así... palabras justas para una conversación específica. Cuando mi madre estaba presente, ella era nuestro pilar... la razón de que estuviéramos estrechamente unidos, sin embargo, cuando ella murió, todo se fue a la misma mierda.
—Alex... me gustaría conversar algo contigo si es que tienes tiempo.
—Si por supuesto... acabo de salir del trabajo, dime.
—No, eh... prefiero hablarlo en persona. El próximo fin de semana iré a Toronto a celebrar el aniversario de la empresa, después de eso conversaremos.
Debe ser algo muy malo para que Derek salga de su amado New York.
—¿No lo puedes decir ahora?
—¿Acaso no quieres ver a tu padre? —Carcajeó brevemente y después continuó —No Alex... tiene que ser en persona.
Su voz se puso seria inmediatamente ¿Qué será tan importante para que venga a decirlo directamente a Toronto?
—Está bien... avísame cuando llegues a la ciudad.
—Ok —Musitó —Nos vemos pronto Alex. Cuídate.
—También tú. Adiós.
Saqué el manos libres de mi oído y lo dejé en la pequeña cajita que estaba a mi costado. El sonido de la música volvió a embriagarme, "Angel" del artista The Weeknd sonaba en el parlante de mi Aston Martin.
Estaba completamente seguro de que, si mi madre estuviera con vida, amaría a Julieta. Todas las madres tienen ese don de predecir el desenlace de algunas decisiones... lamentablemente yo perdí a la mía antes de conocer a Shannon, y estoy seguro de que, si hubiera estado a mi lado en ese momento, me hubiera advertido de muchas cosas.
ESTÁS LEYENDO
El Fuego De Tu Mirada
RomanceLos días pasaban y no encontraba manera de poder alejarme. Me hice adicta a tus caricias, a tu sonrisa y a tu calor, a tu ojos, a tus manos y a tu boca. sin darme cuenta, mi vida ya no era mía... sino que te la entregué a ti sin penssarlo. Mi mundo...