Capítulo n°50

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Pasaron unas horas, muy largas diría Minki se había quedado dormido junto con Jongmin, Jonghyun suspiró cuando por fin llegaron a donde era el destino, el mayor movió el hombro de Minki para despertarle pero su sueño al parecer era muy pesado, rió al escuchar sus quejidos.

—Jonghyun, despierta— lo sacudió un poco fuerte y esta vez si logró. —que sueño más pesado tienes— negó con la cabeza mientras le ofrecía una reluciente sonrisa, Minki también sonrió y se estiró un poco, Jongmin por su parte seguia dormida.

—¿Ya llegamos?— preguntó con tono perezoso, Jonghyun rió de nuevo. —agh, no te rías— Jong cargo a Jongmin y salió del auto al igual que Minki.

—Gracias— Jonghyun le pagó al taxista que Minki al verle se dió cuenta que era un amigo del mayor, era DongHo, ¿cómo no se había dado cuenta? ¿todo estuvo planeado? ambos se dieron cuenta de la expresión de asombro de Minki.

—Creo que todo estuvo planeado ¿cierto?— Jonghyun y DongHo se rieron. —eso lo confirma— también rió con ternura.

—Esta bien, espero que la pasen bien— no supo porque, pero la forma en que DongHo habló se escuchó claramente un poco de tristeza. —nos vemos— sonrió antes de retirarse de allí.

Minki y Jonghyun se despidieron antes de que él se fuera, el mayor con la pequeña en brazos tomó la mano de Minki y se dirigieron al interior de aquel lugar, por alguna y extraña razón el menor se sentía un poco mal al empezar a caminar por aquel largo pasillo, un fuerte dolor de estómago le invadió, tanto que le hizo quejarse, Jonghyun se volteó al escuchar su quejido.

—¿Estás bien?— dijo con clara preocupación por Minki, éste solo asintió lentamente.

—¿Por qué estámos aquí? es decir…¿qué es o qué fue aquí?— estaban en una gran casa abandonada, pero que estaba en perfectas condiciones, Jong solo bajó el rostro alto melancólico, cosa que no fue desapercibida por Minki. —¿Jong?— Jonghyun acomodó mejor a Jongmin antes de soltar un pequeño suspiro.

—Estámos en donde yo vivía antes con mi Seokmin— Minki abrió sus ojos de golpe y ahora entendía el porque de su gran malestar.

—J-Jong…¿q-qué h-hacemos a-aquí?— preguntó con tristeza y algo temeroso. —es decir, estar aquí debe ser una tortura amor, ¿por qué venimos?— Jonghyun miraba todo a su alrededor con nostalgia estaba justo como lo había dejado, estaba tan perdido en sus recuerdos que había olvidado que se encontraba en compañia con Minki. —¿Jonghyun?

—¿Eh?— sacudió su cabeza volviendo a la realidad, dirigió su mirada nuevamente a Minki quien lo veía con preocupación. —estoy bien, es que…— frunció sus labios mientras miraba la tierna mirada de su acompañante. —hay unas cosas que siempre he querido sacar de aquí, pero nunca pude venir por mi cuenta porque no me sentía preparado— mordió su labio con algo de fuerza. —y por eso quise que vinieras conmigo, pero no dije porque no sabía cuál seria reacción

—Ouh…— Minki desvío la mirada. —estámos juntos en esto, ¿bien?— dió un ligero apretón a la mano de Jonghyun mientras le ofrecía una sonrisa de apoyo incondicional. —y bueno…¿qué es lo que quieres llevarte de aquí? no veo mucho que te puedas llevar— dijo mirando a todos lados.

—En realidad es algo más allá de material— Jonghyun empezó a cambiar escaleras arriba seguido por Minki, el pasillo deja a la vista unas puertas, tres para ser exactos.

—¿Qué son?

—Bueno, son las habitaciones de mi hija— hizo una mueca.

—No entiendo, ¿por qué tenía tres habitaciones?— Jonghyun se dirigió a la primera puerta la cual tenía un color rosa bastante deteriorado, el mayor la abrió dejando ver su interior.

¿Eres mi daddy? JRenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora