Capítulo n°16

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Minki atendía unas mesas, su semblante era diferente al de antes, estaba decaído y se notaba a leguas que no había dormido bien, no lo hacía durante un largo tiempo, la razón de su falta de sueño era su hermana menor Jongmin, daría la vida por ella y detestaba tanto verla tan triste cada vez que iba a visitarla en el lugar donde estaba internada por la terapia y esas cosas, los ojos de la pequeña eran opacos y casi no sonreía, cada vez que la iba a ver se lanzaba sobre Minki lloraba mucho, ¿qué podía hacer? Jongmin necesitaba de esa maldita teparia para que de alguna forma volviera a hablar y a escuchar, solo esperaba que también lograrán hallar la solución a ese gran problema, el otro problema era su madre, los doctores le hicieron ver que era mejor desconectarla ya que lo único que estaba vivo era su corazón que lograba latir gracias a la maquina de que recibia oxígeno, no podía más, estaba al borde, al límite de la locura y la desesperación y peor aún, estaba necesitando más a aquel idiota que solo lo veía como objeto de satisfacción, de alguna u otra forma Jonghyun hacia olvidar un poco sus problemas, odiaba tanto necesitarlo pues el mayor lo sabía muy bien y se aprovechaba de ello.

—Ren, mesa número cuatro— Minki salió de sus pensamientos y fue hacia la mesa cuatro, anotó la orden de la joven y se fue al mostrador a dejar la orden, pasó una mano por su cabello rubio trataba de aclarar sus ideas, no iba a llorar, las lágrimas nunca han resuelto nada, solo lográs hundirte más en la porquería en la que ya estás. Cuando la orden ya estaba lista la fue a dejar a la mesa donde estaba aquella joven.

Su vida eran un círculo repetitivo, dormir, despertarse, darse una ducha, desayunar, ir al trabajo, volver a casa, dormir, estaba tan cansado mentalmente, ¿por qué un chico de su edad tenía tan responsabilidad encima? debería estar estudiando, velar por su futuro, al igual que Jongmin, ella necesitaba ir a la escuela ya que es muy tímida a la hora de relacionarse con las personas, pero todo tenía una simple respuesta, todo era y será siendo culpa de su desgraciado padre que los abandonó, aún recordaba la mirada de su madre se le había arrodillado y a él le valió una hectarea verla humillandose, es que si hubiera tenido más edad juro que le hubiera golpeado hasta matarlo, pero no podía hacer nada, después solo tenía cinco años para ese entonces y Jongmin su pequeña Jongmin una pequeña bebé que también lloró cuando el hijo de puta se marchó, aún así los abandonó con una gran sonrisa en el rostro.

—Maldito— susurró para si mismo, aún lo odiaba, lo odia con todas las fuerzas de su ser, no podía creerlo, estaba seguro que si veía de nuevo a su padre por casualidades de la vida lo iba a matar. —tranquilo~— pensó que era mejor estar sereno y no pensar más en lo que te hace daño.

—Ren, mesa doce— Minki asintió y se dirigió hacia allá.

—Bienvenido a Anteiku, ¿puede tomar su orden?— la voz de Minki era tan desanimada apenas y se escuchaba.

—Vaya Minki, he visto más entusiasmos en un robot— bromeó, Minki hizo un gesto de no importarle lo que había dicho.

—¿Qué vas a odernas Jonghyun?— esta vez si le dedicó una mirada, el mayor veía el menú muy interesado, Minki soltó un suspiro. —¿ya has decidido?

—Sí, se me antoja— cerró el menú y luego dirigió su mirada hacia él. —lo que tengo en frente de mis ojos— Jonghyun lo miró perverso y muy pervertido, Minki solo desvió la mirada ruborizado por lo que dijo. —te espero a la misma hora a la que siempre vas, no llegues tarde, sabes que odio que demores en llegar— Minki frunció las cejas, enojado, pero no dijo nada solo guardó silencio.

—Que idiota eres, madura Jonghyun— la voz de Minki se volvió fría y muy seria, Jonghyun hizo un gesto burlesco.

—Mi bebé es un berrinchudo, te ves muy lindo ruborizado— Minki se molestó aún más por la forma en que hablaba, con tanto sarcasmo.

—Ya déjame en paz y si no vas ordenar nada, pues no molestes y no me hagas perder el tiempo— harto se empezó a alejar de la mesa de Jonghyun, el mayor soltó una pequeña risa, era divertido verlo así de sulfúrico por él, se levantó de la mesa y se aproximó al rubio quien caminaba apretando sus puños, Jonghyun le levantó la falda del uniforme y lo azotó, Minki cerró los ojos molesto y muy apenado, dió gracias que no estuviera tan lleno, Jonghyun lo jaló e hizo que retrocediera a las mesas que estaban más ocultas. —¿qué estas haciendo? deja ya de molestar por un demonio— Jonghyun lo hizo girarse.

—Me divierte tanto verte de esta forma— Jonghyun se aproximó a sus labios los que no tardó en besar. —insolente, malcriado, testarudo Minki— esta vez lo acorraló contra la pared.

—B-basta— el mayor empezó a besarle el cuello y sujetó su cintura. —J-Jonghyun, n-nos v-van a ver...— chilló cuando mordió su cuello dejando una gran marca.

—¿Y creés que eso me importa princesa?— siguió con lo suyo.

—A-ah~ J-Jong~ n-nos v-van a ver— Minki tuvo que morderse el labio para no hacer ruido, y por segunda vez agradeció que ese día estuviera vacio y el lugar donde estaban no se encontrara nadie.

—Shh— Jonghyun metió una de sus manos de bajo de la falda de Minki que no tardo en ser subida, frunció los labios, ¿por qué tenía que ser allí? cualquiera podría verlos y estarían más que jodidos, bueno, Minki estaría jodido.

—J-Jong— Jonghyun besó los labios de Minki, mientras que sus manos se encargaban de tocarle. —a-agh~

—Haces mucho ruido— rió entre dientes. —mejor llega al departamento— susurró, acomodó la ropa del rubio y la suya también. —a como veo creo que llegarás más antes— Minki lo miró, en su rostro tenía una pequeña cuchara hecha en sus labios, Jonghyun no pudo evitarlo, sin pensarlo mucho acarició suavemente sus mejillas con ambas manos sacándole un rubor a Minki esa pequeña muestra de afecto. —te espero— le sonrió y se alejó de él, una muy pequeña sonrisa se formó en sus labios, bajó el rostro ahora rojo, sentía como su pulso se había acelerado de un momento a otro, provocando que se asustara un poco por ello.

—Creo...que enfermaré

¿Eres mi daddy? JRenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora