XIV

2.1K 89 9
                                    

Anaju entra a hurtadillas a su piso, todo está a oscuras, las persianas están bajadas y la castaña suspira al pensar que Mai y Bruno están durmiendo y podrá poner una excusa a su desaparición de la fiesta. Todas sus ilusiones se esfuman cuando en el salón ve a la chica del flequillo dándole sorbos a un café. Al ver a la castaña entrar en el comedor, enciende la lamparilla y se la queda mirando, su rostro pasa de estar con las facciones tensas y serias a plasmarse una sonrisa pícara en su cara. Ninguna de las dos habla, Ana Julieta se siente como una adolescente siendo analizada por su madre después de llegar de fiesta. De repente Maialen estalla en una carcajada y comienza a hablar.

- ¿Folla bien?-Anaju abre los ojos de una forma desmedida al escuchar la pregunta de su amiga.

- ¡Maialen por el amor de dios! -Le contesta Ana Julieta a la vez que deja su bolso sobre la mesa y se quita el abrigo. -No voy a hacer declaraciones. -La castaña habla como si estuviera siendo entrevistada por una periodista. Una sonrisa se dibuja en el rostro de la alcañizana y se dirige hacia su habitación dejando a Maialen sola en el salón. Pero cuando se encuentra en la mitad del pasillo, se arrepiente y vuelve sobre sus pasos asomándose por el marco de la puerta.

-Pero sí, folla que te cagas amiga. -Ahora sí, sin dejar que la de pamplona responda se mete en su habitación.

Anaju comienza a deshacerse de las prendas de ropa, las cuales cubren cada una de las marcas que Hugo se había encargado de dejar en su cuerpo . La mañana madrileña se alza y los halos de luz entran por la ventana de la castaña. Son un poco más de las 9 de la mañana. Pero Anaju sigue cansada, ha dormido apenas cuatro horas así que decide volver a acostarse. Se mete en la cama y su cabeza vuelve a donde tenía tanto miedo de volver, vuelve a donde empezó todo, vuelve a su beso en la puerta de la santa. Su pensamiento divaga hacia las calles de Madrid donde no podían parar de besarse, donde hasta ellos mismos dudaban de poder llegar a la casa del rubio. Sus besos, la forma de tocarla, pasaban por la cabeza de la alcañizana como si se tratara de algo muy lejano, algo irreal.

Recuerda que lo primero que vio al despertar hacía un rato había sido su cara; la cual transmitía paz. Sus brazos alrededor de su cintura aun le quemaban y las ganas de despertarlo y continuar besándolo hasta que volviera a anochecer también le quemaba. Sin embargo decidió marcharse, no se sentía capaz de afrontar "la mañana de después" junto a él, no lo haría sabiendo que probablemente todo quedara en un error. Quizás ella quería que fuera un error, quizás eso es lo que ella quería, pero siendo francos, Ana Julieta no tenía ni idea de lo que quería, ni mucho menos de lo que sentía. Anaju dejó la casa de Hugo en silencio, sin hacer ruido, intentando recordar cada detalle del cuerpo del chico ya que quizá nunca más podría verlo de ese modo.

Anaju da vueltas en la cama sin dejar de pensar. Es incapaz de dormirse sin hacer las cosas bien. Sabe que marcharse sin avisar no era la opción correcta, que debía haberse quedado, o al menos haberlo despertado. Pero no lo hizo, así que en un intento desesperado, intenta solucionarlo de la peor manera.

[10/03 10:12] Anaju: Hola! Si estás leyendo esto es que he huido del país y probablemente este de camino a una isla desierta (a lo Lost). Nah en verdad no. Me he ido prontito y no te he querido molestar, espero que no te sepa mal.

Muy bien Ana Julieta, normalizando, piensa ella. Un poco de humor no viene mal en estas situaciones ¿no? La chica finalmente deja el móvil y consigue dormirse. Enviarle ese mensaje era lo que necesitaba.

A las horas, la chica se levanta con un inmenso dolor de cabeza. Resaca emocional, porque no había bebido ni una gota de alcohol la noche anterior. De repente recuerda el mensaje que le había enviado a Hugo antes de dormirse y pegando un bote de la cama coge el móvil que está en la mesilla de noche.

[10/03 13:43] Hugo: Si a partir de ahora voy a tener que escribirte a través de mensajes en botella te agradecería que me avisaras (para comprar botellas, digo)

[10/03 13:43] Hugo: Te hace quedar mañana?

La consciencia de Ana Julieta se dividió una vez más. Quedar no significaba absolutamente nada. ¿O sí? Solo había una forma de saberlo, una forma de que todas las dudas se resolvieran y era ir.

[10/03 14:03] Anaju: Me parece perfecto

Luces de neón || AnahugDonde viven las historias. Descúbrelo ahora