XXXI

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Anaju reposa sobre el torso desnudo del rubio, traza círculos en su pecho y la piel de Hugo se eriza. Anaju sonríe contra su cuerpo caliente. Ambas respiraciones, aún están agitadas e intentan acompasarlas. La castaña se siente en casa, sus brazos eran casa, lo habían sido desde ese abrazo en la autopista.

-Al final no hemos desayunado. -Habla el rubio entrecortado.

-Las tostadas estarán para tirarlas contra la pared y el café se habrá evaporado. -La castaña habla sarcástica y Hugo ríe. -Pero ha merecido la pena. ¿No?

-Siempre. -Hugo la atrae hacia él y la besa en los labios. -Madre mía como había echado de menos esto. -La vuelve a besar y la gira quedando ella bajo su cuerpo.

- ¿Sabes qué? -Anaju impide que Hugo la vuelva a besar poniéndole un dedo en los labios.

- ¿Qué? -Pregunta Hugo sin bajarse de encima de la castaña.

-Café. -Finaliza Anaju dejando a Hugo con cara de circunstancias.

Hugo se levanta de la cama y aun desnudo finge que se marcha de casa dejando entrever lo malo e inoportuno que era el chiste en ese momento.

- ¿Hugo amor eres consciente de que vas desnudo?

-Prefiero pasearme por toda la Gran Vía desnudo antes que compartir cama con alguien que hace unos chistes tan malos la verdad. -Hugo vuelve a entrar a la habitación y ve a Anaju sonriéndole como una tonta, que le hubiera llamado amor no había pasado desapercibido para el chico.

-No era eso lo que quería decirte, pero me ha salido el impulso, estabas tan mono preguntándome ¿Qué?-Imita al chico en esto último y Hugo se sonroja. -Que me ha apetecido joderte un poquito.

- ¿Y qué era lo que me querías decir?-Hugo se tumba en la cama y comienza a besar el cuello de la chica haciendo que esta eche la cabeza hacia atrás dejándole más acceso.

-Quería decirte...-Hugo le hace cosquillas cuando sus dedos rozan el cuello de Ana Julieta. -Para un momento que es importante. -Ríe y Hugo se aparta mirándola a los ojos. -Me acuerdo de lo que te dije cuando me trajiste a casa y de una forma bastante clara la verdad.

- ¿Lo sigues pensando? -Cuestiona Hugo incorporándose.

-Te quiero mucho. -Hugo abre los ojos ante la confesión de la castaña y deja que continúe hablando. -Me hizo falta que te fueras para darme cuenta de lo que sentía y de lo que te necesitaba a mi lado, lo que necesitaba estos momentos, estas bromas imbéciles, estas conversaciones...Y ahora que estás aquí no quiero que te vayas, quiero que te quedes.

Los ojos nácar del rubio brillan, llevaba deseando que esas palabras salieran de su boca tanto tiempo que le costaba creérselo, pero sabía que Ana Julieta le estaba siendo sincera. Ahora entendía la coña anterior a la confesión, la castaña siempre había necesitado esconderse en bromas para decir verdades y no la culpaba, era su método. Hugo coge el móvil que está en la mesilla y mira la fecha, sabe perfectamente que día es pero es un espectáculo que tenía que hacer.

-El 1 de enero es una fecha bonita para un aniversario. -Hugo la mira y sabe que sus ojos dicen todo lo que su boca calla.

-Que tonto de verdad. -Esta vez es ella la que lo atrae hacia su boca. Comienza siendo un beso tierno pero que a medida que avanzan los segundos se intensifica y las manos de Hugo agarran con firmeza las caderas de la chica.

-Te quiero. -Susurra contra sus labios. -He querido esto tantas veces, joder Anaju. ¿Por qué tardaste tanto?

-Orgullo supongo, pensé que volverías y cuando no lo hiciste me enfadé. No contigo, sino conmigo por haberme engañado a mí misma cuando aquella tarde que dijiste lo que sentías yo estaba igual, pero no me atreví a decírtelo. Pero ahora estamos aquí, juntos.

-Juntos siempre.

-Siempre.

El timbre interrumpe a los chicos y se maldicen internamente por el momento que les han interrumpido. Anaju se levanta de la cama dejando al rubio atrás, se pone una bata que le cubre hasta un poco por encima de las rodillas y se dirige a la puerta. Cuando la abre se encuentra con una rubia resacosa, la cual sujeta un móvil como si estuviera grabando. Esa rubia era Sam y la que estaba en la pantalla era Mai, estaban haciendo video llamada.

-Inspección sorpresa de la casa. -Chilla Sam entrando sin avisar.

- ¿Qué coño Samantha?

-La jugadora colombiana está en su batín de putón zen, no descartamos ninguna de las teorías. -Sam avanza y se para en el salón donde ve las tostadas y los cafés. - ¿Pero que tenemos por aquí? Dos cafés para dos personas. -Continúa la rubia remarcando el dos. -Me da a mí que la jugadora de Pamplona me va a deber dinero en cuanto entre en la habitación de Julieta y confirme lo que creo que ha pasado aquí.

La rubia sin esperar reacción por parte de la castaña corre hacia la habitación de esta, cuando sale de su trance, Anaju grita como puede.

- ¡Tapate, tapate!

- ¿Qué? -Logra decir Hugo segundos antes de que la Valenciana abra la puerta. - ¡Mierda Samantha! -Hugo se tapa con la sabana como puede y Sam está con la boca abierta.

- ¡Y el jugador alemán vuelve al partido!-Sam alza los brazos en señal de victoria. -Maialen me debes diez euros.

-Ana Julieta. -Le regaña Maialen desde el otro lado del teléfono. -Dijiste que no ibas a caer y mírate.

-La carne es débil. -Finaliza Hugo dándole un beso en la mejilla a la castaña que mira la situación un tanto estupefacta.

Y así entre risas desayunaron Hugo, Anaju, Samantha y Mai. Nunca un inicio de año había abierto tantas puertas.

Luces de neón || AnahugDonde viven las historias. Descúbrelo ahora