IX

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Hugo se encontraba parado frente a una puerta cerrada. Exactamente igual que hacía una semana. La misma puerta, la misma persona tras ella y la misma situación aparentemente. ¿Qué podía haber cambiado en tan poco tiempo? Los sentimientos desde luego que no, porque él la quería, pero él sabía que no era suficiente. Hugo sabía que iba a ser la última vez que cruzara esa puerta y sorprendentemente no tenía miedo a perderla, no como hacía una semana. La mano del rubio se posa en el timbre y respira hondo antes de presionarlo. La realidad había colapsado con su historia e iba a cerrar un capítulo de su vida que había durado casi un año. Iba a echar de menos los desayunos entre besos, las risas cuando ella se ponía histérica, la iba a echar mucho de menos.

Aurora aparece tras la puerta. Su pelo rubio cae desordenadamente por sus hombros y sus ojos lucen cansados, Hugo es incapaz de identificar si la chica había estado llorando esa tarde, pero de lo que si se da cuenta es de que ambos piensan lo mismo, su mirada grita lo que ella lleva callando meses, no podía más. Aurora abre más la puerta y se echa a un lado permitiendo al chico de los tatuajes pasar. Hugo avanza hacia el salón como si fuera un desconocido que pisa esa casa por primera vez, con pasos tímidos e inseguros. Al alcanzar el salón deja la cazadora sobre la mesa y espera a que Aurora llegue a su lado. Ambos se sientan en el sofá, taciturnos. El ambiente es muy diferente al que se formó con Ana Julieta hacía unas horas, ahora era tenso. Ambos se miran sin decir nada, ninguno quiere empezar el final. Hugo mira el reloj que hay en la pared del salón, las 3:30.

-Hugo...Esto tiene que terminar. No podemos seguir con esto, me está consumiendo y el que no estés para mí nunca me mata. No entiendo porque te alejas y el trabajo no es una excusa, esto va mucho más allá. -Ha decidido empezar ella y el rubio se lo agradece internamente. Él no habría sido capaz de dejarla.

-No entiendo porque no ha funcionado esto, te lo juro Aurora. Nunca creí que si algún día rompiéramos iba a ser por falta de interés. Te amo y te voy a seguir amando pero sigo sin comprender porque no funciona. -Hugo intenta trasladarle su sensación.

-Yo también te quiero y mucho, pero hay veces que las cosas no encajan; personas que no están destinadas a acabar juntas o al menos no en ese momento. ¿Te acuerdas de lo que te dije cuándo empezamos? -A estas alturas de la conversación a Aurora las lágrimas le recorren el rostro sin control.

-Que si algún día terminábamos iba a ser de mal rollo porque somos los seres más eléctricos del planeta. -Hugo ladea una sonrisa a pesar de que las primeras lágrimas también empiezan a asomar.

-Pues mira, aquí estamos sin tirarnos los trastos a la cabeza. -La chica posa la mano sobre la de Hugo y la aprieta.

-La persona correcta en el momento equivocado, quizás en unos años esto funcione.

-Quizás...

Hugo estira de ella y la abraza por última vez. Intenta memorizar cada parte de ella, no quiere olvidarla. Memoriza su aroma, sus ojos, su rostro. La oye sollozar contra su abdomen y a él las lágrimas le brotan sin control. Intenta ahogar un sollozo que se le agolpa en la garganta pero falla. En ese momento, Aurora se separa ligeramente para poder mirarlo a los ojos y cuando sus miradas chocan, el tiempo se para. Las 3:54 y el final ha llegado, las 3:54 y sus labios chocan por última vez. La calidez de los labios de Hugo atrapan el labio inferior de Aurora pidiéndole paso a su lengua, la chica reacciona instantáneamente cediendo. Ambas lenguas chocan e inician una lucha apasionada, dejando marca por última vez. Aurora rompe el beso provocando que el rubio le muerda el labio inferior.

-Bueno. -Hugo en ese momento se sentía incómodo y mal, el beso no debería haber sucedido, ahora todo iba a ser mucho más difícil. -Creo que me voy a ir ya. Mañana temprano tengo que hacer cosas.... -Mentira.

Hugo se levanta del sillón y nota que Aurora lo sigue con la mirada sin decir ni una palabra. Coge la cazadora que había dejado en la mesa y se la pone, en otra ocasión se la hubiera puesto en la calle pero no quería marcharse aún, no sin que ella le hubiera dicho nada más. Quería que ella tuviera la última palabra.

-Hugo una última cosa. -El rubio de los tatuajes se ríe al ver que tenía razón y se gira sobre si mismo para mirarla por última vez. - ¿Hay alguien más? ¿Has estado con alguien más mientras estábamos juntos?

La pregunta le pilla por sorpresa, era lo último que esperaba que le dijese. Pero la respuesta era clara.

-Nunca. No se me ha pasado por la cabeza engañarte en la vida Aurora.

La chica asiente quitándose una lágrima que le corre por la mejilla y finaliza.

-Cuando pase un tiempo, volveremos a hablar y seremos amigos. ¿No? -Aurora no soportaba la idea de perderlo, no quería.

-Claro que sí. -Le contesta el chico de los tatuajes suavizando el tono de su voz.

Hugo avanza por el pasillo de casa de la chica por última vez. Su mente intenta memorizar cada detalle, cosas en las que nunca se había fijado ahora le parecían imprescindibles y el no volverlas a ver más era algo que se negaba a creer. Atraviesa la puerta por última vez y cuando la cierra se da cuenta.

Las 4:13 y lo que Hugo no sabe es que nunca más volverían a hablar. Las 4:13 y una historia pone fin para dar inicio a otra.

Luces de neón || AnahugDonde viven las historias. Descúbrelo ahora