Como bso del capitulo final+ epilogo, os recomiendo stop crying your heart out de oasis
Hugo
Hugo llega a la cafetería y visualiza a la rubia que está sentada en una de las mesas que se encuentran en la terraza. Al hacer contacto visual, Samantha lo saluda con la mano y lo llama para que vaya hacia ella. Hugo se sienta en la silla de enfrente.
—Pero si el jugador alemán se ha dignado a aparecer. Desde que eres famoso llegas tarde a todos lados chico, vas a tener que contratar a alguien que te lleve la agenda.
—Perdón, los de la radio se han venido arriba y se ha alargado la entrevista. Te recompensaré rubita. —Junta sus manos y las besa. —Tienes razón, necesito que alguien me lleve los horarios, soy un desastre, pero eso no es nada nuevo.
—Ambos conocemos al ser más organizado de la tierra y además, da la casualidad de que es tu ex novia. —Sam se hace la sorprendida con su propio comentario y sigue hablando. —Y ahora que ha salido Anaju así de casualidad en la conversación, la tienes que llamar.
— ¿Ha pasado algo? —En su tono de voz se puede notar preocupación.
—Nada, lo de siempre. Me ha llamado hace veinte minutos alteradísima porque estabas dando una entrevista en la radio y no se atrevía a hablarte a ti directamente.
—Pues a mí no me ha escrito. —Hugo saca el móvil revisando si tiene alguna notificación de la chica.
—Claro que no, idiota. —Le da un golpe en la mano. —Antes de escribirte, se corta un brazo. Estamos hablando de Ana Julieta, el orgullo personificado.
—Yo no la entiendo Sam. No acabamos mal, es más, la adoro y si la situación fuera diferente no dudaría ni un segundo en volver a intentarlo. Pero es ella la que no se deja, es ella la que dice de vernos cuando estemos en la misma ciudad y es ella la que se pasa por Madrid y no avisa, que la última vez me enteré que estaba aquí por su hermana. Sam para que te hagas idea de la situación, le hablé hace un mes y me dejó el visto a los diez minutos, no es capaz de seguirme la conversación por más de cinco mensajes. No la entiendo.
—Ay Huguito, que seguimos perdidos.
—Nada nuevo. —Se encoje de hombros. —Pero yo lo admito y me da igual, a ella no. Pero he aprendido a vivir con ello, lo nuestro funcionó hasta que su primera prioridad se puso delante. Que la entiendo, yo hubiera hecho lo mismo, la noche antes de que se marchara lo hablamos y ninguno fue capaz de ceder. Pero solo pido normalizar, poder verla y tomar un café, ya está, no tenía pensado pedirle matrimonio, coño.
—Te hablará cuando esté lista, no te preocupes por eso. ¿Vale?—La rubia cambia de tema al ver que Hugo no tenía ganas de hablar de ella más. —Hoy cierras la santa para siempre. ¿Cómo estás?
—Bien. Me da penilla pero es lo que toca, yo no puedo estar todas las noches trabajando, ahora tengo otras cosas y además, sin Rafa no tiene sentido.
— ¿Están ya en Córdoba? —Pregunta Sam llevándose la taza de café a los labios.
—Sí, se fueron hace una semanita ya. No me creo que se hayan casado sin avisar, están colgados.
—Contra todo pronóstico la jugadora rusa y el jugador cordobés tuvieron su final feliz.
—No comerán perdices, pero al menos se están hinchando a salmorejo. —Ríe Hugo. —Bueno rubia, me voy que he quedado con el chico que se queda con el local.
Hugo llega al local que mantiene la persiana cerrada en su totalidad. A los pocos minutos de llegar él, el chico que se iba a quedar con la santa llega. Ambos entran y observan el lugar. El que hasta hace unas semanas era su bar, ahora está vacío en su totalidad. En una de las esquinas, aún queda algo, algo que no había sido capaz de llevarse aun. Porque si había algo que tenía que quedarse hasta el último día, eso era el cartel que había diseñado Ana Julieta. Ese cartel que había iluminado la puerta durante cuatro años y que ahora no se volvería a encender, nunca.
— ¿Te lo vas a llevar? —Pregunta el chico viendo que Hugo observaba el cartel con aire nostálgico.
—Sí. —Afirma el rubio sin apartar la mirada del cartel.
Hugo entrega las llaves al chico y lo único que es capaz de articular es:
—Disfrútalo.
Hugo coge el cartel y con él a cuestas, abandona la santa. Abandona el sitio que propulsó su sueño, abandona lo que una vez le dio vida, abandona el sitio donde la conoció, abandona uno de los lugares que fue testigo de su historia de amor, para siempre.

ESTÁS LEYENDO
Luces de neón || Anahug
FanfictionLa función ha terminado y las luces de neón se han apagado, los aplausos han cedido y ella ya se encuentra entre bambalinas. Sola con sus pensamientos. El silencio habla más de lo que le gustaría en estos momentos y por eso decide que la música será...