Los cuerpos de Hugo y Anaju caen encima de la cama y sus manos buscan deshacerse de la ropa deseosos. Sus labios son incapaces de separarse, ni si quiera son conscientes de como respiran. La euforia de la última noche y el par de copas de vino que se habían tomado, formaron un coctel molotov de deseo y la chispa que amenazaba con arder se convierte al fin en incendio, dejando la habitación en llamas. Al fin y al cabo ellos siempre lo fueron. Ya ni los besos sacian su sed, necesitan sentir la piel del otro cada muy poco tiempo. Llevaban un verano de desenfreno, no habían sido capaces de separarse ni un segundo. La camisa de Hugo desaparece de un momento para el otro y el mono rojo que llevaba Ana Julieta cae deslizándose por todo su cuerpo. Las manos buscan aferrarse al cuerpo del otro. La chica gime cuando las manos de Hugo se deslizan entre su ropa interior masturbándola.
—Si crees que te voy a dejar dormir esta noche vas muy equivocada señorita. —Habla Hugo jadeando.
—No esperaba menos. —Anaju vuelve a unir sus labios y alza la cadera buscando fricción entre sus sexos.
La habitación está en silencio, ambos están despiertos pero fingen dormir para no tener que despedirse, era el final. Su relación continuaría, pero de una forma tan diferente...Necesitarían la confianza que llevaban construyendo meses para que su relación funcionara. Estaban asustados, muy pocas veces salía bien, pero querían intentarlo, querían ser un ratito más.
—Anaju. ¿Estás despierta? —Habla bajito Hugo.
— ¿Qué pasa amor?— Anaju alza la cabeza para mirarlo
—Quédate. Creía que podía, te juro que lo he intentado, pero te necesito aquí conmigo. No quiero que te vayas. —Suena a suplica, su último cartucho.
—Sabes que no puedo Hugo. ¿Por qué no vienes tú?—Esta vez era ella la que le suplicaba, esta conversación ya la habían tenido y la castaña no lograba comprender porque no podía irse con ella.
—Anaju, no me puedo ir, estoy cumpliendo mi sueño, por fin hago lo que quiero y no estoy dispuesto a renunciar, ya lo hablamos.
—Ya sé que lo hablamos, pero tu sueño es ser cantante y la santa no te va a dar eso, en Barcelona hay muchísimos productores que estarían dispuestos a producirte un single, estoy segura.
—Lo mismo te digo yo. ¿Cuántas empresas de diseño gráfico hay en Madrid?
—Hugo no lo pongas más difícil. —Esto estaba siendo más difícil de lo la chica pensó que sería.
—No te quiero perder Ana, no quiero levantarme y saber que no estoy contigo, que cuando te vea no te podré besar porque ya no seremos nada, porque ya no sentiremos lo que sentimos cuando nos vemos; no quiero que eso pase.
—Tengo mucho miedo de que nos perdamos
—Eso nunca va a pasar. ¿Lo sabes? Aunque no estemos juntos, aunque te cases con otro, aunque tengas hijos con otro. Nunca me vas a perder.
—Te quiero. —Susurra antes de dormirse finalmente.
A la mañana siguiente la casa lucía vacía, todas las cajas habían sido enviadas a Barcelona el día anterior, solo una pequeña maleta de mano quedaba en la puerta. Esa casa que tanto había visto, esa casa que tanto había adorado, se quedaba vacía para siempre. Hugo y Anaju salen del apartamento y se dirigen al aeropuerto tristes, no habían hablado apenas. Cuando la chica debía de irse, se queda en silencio esperando a que él le dijera algo.
—Sabía que iba a ser incapaz de decirte nada hoy, lo llevo sabiendo desde aquella noche en Córdoba. Así que por una vez fui precavido y te escribí una carta. —El rubio saca un papel arrugado de su bolsillo y se lo entrega. —Lo único que quiero que sepas es que te quiero y pase lo que pase entre nosotros a partir de ahora, no va a lograr cambiar lo que siento por ti. Dicho esto. —La atrae hacia él y la besa, es un beso lleno de sentimientos, es su último beso. Lagrimas brotan de ambos y el beso resulta ser salado.
—Te amo Hugo, nunca en mi vida voy a olvidar lo que te amo.
—Eres el amor de mi vida Ana Julieta Calavia.
Y dicho esto, la chica se alejó hasta dejar de ver sus ojos nácar, hasta que ya no los vio más y solo le quedan sus recuerdos. Una vez sentada en el avión, desdobla el papel que le había dado el chico y comienza a leer.
Si estás leyendo esto significa que te has ido. Estoy jodidamente orgulloso de ti, yo no hubiera sido capaz de dejarte atrás, pero ambos sabíamos que era la decisión correcta y que la persona más importante de tu vida debes de ser tu misma, a pesar de que te puedo jurar que te quiero más a ti que a mí Ana Julieta. Escribo esto después de tres cigarros consecutivos, si estuvieras despierta me matarías. Te veo dormir en mi cama y te juro que eres poética. No sé que pacto con el demonio he hecho para merecerte, pero ahí estas, conmigo, haciéndome la persona más feliz de la tierra.
La sensación que tuve al verte por primera vez fue rara, me dejaste un vacío que a día de hoy solo tú has podido llenar y ahora que te vas, sé que ese vacío volverá, pero ya aprendí a vivir con él una vez. No sé si lo nuestro funcionará, es difícil, pero lo intentaremos y si no se consigue, seguirás siendo mi persona, aunque estés con otro, porque para que lo sepas, vas a ser mi persona el resto de tu vida. Te amo Anaju y solo te deseo felicidad.
Con amor, Hugo.

ESTÁS LEYENDO
Luces de neón || Anahug
FanfictionLa función ha terminado y las luces de neón se han apagado, los aplausos han cedido y ella ya se encuentra entre bambalinas. Sola con sus pensamientos. El silencio habla más de lo que le gustaría en estos momentos y por eso decide que la música será...