Luces de neón || Anahug

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-Rafa illo que es a la derecha. -El rubio le gritaba al conductor que se estaba poniendo nervioso. Rafa da un frenazo para poder girar el vehículo hecho que provoca que Hugo se incorpore ligeramente del asiento-Verás tu que nos la pegamos.

-Hugo o te callas o estrello el coche contra el árbol. -Grita Rafa girando la cabeza hacia el rubio durante una milésima de segundo.

Minutos después Rafa consigue aparcar el coche. Hacía apenas unos meses que se había sacado el carnet y la inseguridad en carretera, ponía al chico de los tatuajes de los nervios.

Se encuentran frente a la empresa donde trabajaba Anaju. Les iban a entregar el diseño final del cartel de la Santa. Había pasado una semana desde la última vez que Hugo había visto a Ana Julieta. No sabía nada de ella Desde que la dejó en el portal de su casa. Pensó varias veces en enviarle un mensaje y preguntarle por el estado de su hermana, pero decidió darle tiempo y preguntarle cuando la volviera a ver; no eran cosas para hablar por teléfono, se excusaba con él mismo cada vez que se le pasaba por la cabeza hablarle. Hoy era ese día, ella tenía que entregarles el diseño y siendo francos, le emocionaba más la idea de volver a ver a la castaña.

Se adentran en el edificio y Hugo recorre la recepción como pez que se mueve por el agua, recuerda cada uno de los pasillos de ese edificio a pesar de que solo había estado una vez, en la cual se quejó de la inmensidad de caminos que había. Los dos amigos se subieron al ascensor.

-Te puedes creer que aún no conozco a la chica que nos ha hecho el diseño. -Habla Rafa. Era cierto, las dos veces que se habían reunido para hablar del diseño solo estaba Hugo.

- ¿Sabes que es la misma chica que perdió la cartera hace un par de semanas en el local?

- ¿Enserio? Entonces solo he hablado con ella por teléfono. Qué casualidad que sea ella. ¿No?

-La vida está llena de casualidades. -Habla Hugo a la vez que el ascensor da un ligero bote indicando que han llegado a la planta correspondiente.

Hugo y Rafa continúan avanzando por los pasillos, esta vez hacia el despacho de la chica que tan bien conocía Hugo. Rafa era ajeno a la amistad que ambos habían entablado. Ni si quiera la había mencionado para cosas que no fueran sobre el diseño. Cuando llegan al pequeño despacho, Hugo se encuentra con un chico de unos 25 años, moreno y alto. Desde luego Ana Julieta no era. La cabeza del rubio inevitablemente comienza a dar vueltas y divaga acerca el paradero de la alcañizana.

-Hola buenos días, soy Adrián ustedes deben ser los dueños de "La Santa". -Adrián les extiende la mano a ambos esbozando una sonrisa de oreja a oreja. Hugo tensa la mandíbula instintivamente y le extiende la mano también para saludarlo. -Si son tan amables de esperar un segundo, voy a por el diseño que lo tengo en mi despacho. -El moreno sale del despacho de Ana Julieta y desaparece del campo visual de los chicos.

-Joder, sí que le ha cambiado la voz a Ana Julieta. ¿No?- Bromea Rafa y se carcajea de su propio chiste.

-Calla-Responde Hugo lascivamente. Ni puta gracia le hacía. ¿Dónde estaba Anaju? Su mente vuela a la tarde en el hospital, a su hermana, al ataque de pánico en el coche; inmediatamente se da cuenta de que debería haber enviado ese mensaje y dejar el orgullo a un lado. Pero, ¿qué orgullo? Por qué debería de dejarle tiempo y espacio si solo eran amigos al fin y al cabo. El subconsciente del rubio sabía la respuesta, pero no podía ser. Adri vuelve a aparecer en el campo visual con una cartulina bastante grande.

-Y voilà. ¿Qué os parece?- La mirada de Adri quiere transmitir buen rollo pero a Hugo solo le incomoda.

-Wow, me encanta, es increíble. -Rafa es el primero en reaccionar quedándose sorprendido del buen trabajo que Ana Julieta había hecho con el diseño.