Luces de neón || Anahug

XVI

Los dedos de Hugo se pasean por la espalda de Anaju trazando una línea con todos sus lunares. La chica se deja hacer enredada en las sabanas que cubren la mitad de su cuerpo desnudo. Hugo para las caricias haciendo que la chica se gire para ver qué pasa. La chica observa al rubio salir de la cama y ponerse la ropa interior. La luz que había al principio de la tarde, se va apagando y ahora están prácticamente a oscuras.

- ¿Dónde vas? -Pregunta la chica curiosa sin apartar la vista del chico.

-A fumar. -Dice bajito el chico. Ninguno de los dos sabe porque hablan prácticamente susurrando si no hay nadie más en la casa.

-El de después. -Habla Ana Julieta ladeando una sonrisa. La chica se incorpora de la cama y ve salir a Hugo de la habitación.

-Como lo sabes. -Le da la razón el rubio hablando esta vez más alto para que la alcañizana lo oiga.

Anaju se queda sola en la habitación, el silencio saca a relucir los pensamientos que se le agolpan en la cabeza desde hacía un par de días. Se estaban metiendo en un juego peligroso y difícil de salir. Ninguno de los dos quería algo más allá que sexo. Eso ya estaba inventado; el problema era que uno de los dos iba a acabar queriendo más y se iba a ir todo al carajo. ¿Estaban dispuestos a joderlo todo por unos polvos? La respuesta era no, pero la carne es débil. Así que Anaju entierra su lado racional en la fosa del auto convencimiento y deja que todo fluya; abandonando el futuro en el lugar que le pertenece.

La chica se levanta y se acerca a la guitarra que hay en una esquina de la habitación, la coge sacándola del soporte y vuelve a la cama. Anaju comienza a tocar los acordes que le llevan rondando la cabeza desde hace unos días y los repite en bucle. La melodía no tiene letra, pero la tendrá solo tiene que esperar al momento adecuado. La chica continua absorta en las cuerdas de la guitarra y no se da cuenta que Hugo se encuentra parado en el marco de la puerta mirándola. Verla desnuda en su cama tocando la guitarra, le parecía lo más poético que había visto nunca. Hugo tenía clara la amistad que quería tener con la castaña, los sentimientos siempre acaban mal. Nunca había sido capaz de gestionar bien sus emociones, todo lo que sentía lo acababa transformando en algo tóxico, pero con ella no se iba a permitir que todo se tornara tóxico, porque no se iba permitir sentir algo más allá de amistad y atracción.

-Hola-articula el chico flojito para no desconcentrarla. Anaju levanta la mirada y lo ve sentado a su lado. Una sonrisa se plasma en la cara de la castaña y vuelve a bajar la vista a la guitarra, tocando de nuevo los acordes.

- ¿Es tuya?-Le pregunta curioso el rubio sin dejar de mirarla, duda que pueda dejar de hacerlo en algún momento.

-Sí, no tiene letra aún, pero la tendrá.

-La melodía es muy bonita. ¿Cuándo la tengas me la enseñarás?

-No. -Bromea la chica. Anaju se ríe de la cara que ha puesto Hugo al llevarse la negativa por su parte y niega repetidas veces con la cabeza.

-Vale, vale. -Se hace el indignado el rubio. -Pues no te enseño lo que he compuesto yo, que lo mío sí que tiene letra. -Le saca la lengua a Anaju como si fuera un niño pequeño.

-Tampoco quería oírlo-Ana Julieta se hace la digna y ahora la que parecía una niña pequeña era ella.

- ¡Calla!-El chico le tapa la cara con la mano impidiéndole ver y la empuja ligeramente para atrás.

-Cállame.

Hugo antes de que la chica acabara la palabra, ya se encontraba encima de los labios de la castaña pillándola desprevenida. Un beso fugaz que a Anaju le sabe a poco.

-Era broma Hugo hijo. -Mentira, broma no era.

-Lo mío también. -Ríe el rubio cogiéndole la guitarra de las manos. -Ahora me vas a dejar cantarte lo que he compuesto. -La mira inquisitivo.

-Venga-Acentúa la a final.

Soy yo, soy yo, soy yo

Soy yo, soy yo, soy yo

Durmiendo en nuestro colchón

Ojos y labios despiertan hinchados

Ninguna noche nos pasó

Ceniza en los vasos, tu pelo enredado

Hace calor por favor, tráeme un helado mientras yo me baño

Tu siempre decías que no, ahora ve y mira que hay en tu buzón

Soy yo, soy yo, soy yo

Soy yo, soy yo, soy yo

Sé que prefieres la ropa holgada, música bien alta empieza a sonar

Vienes deprisa, coges mi mano y con sonrisas vamos a bailar

Quieres quitarme la ropa y no se para que quieres jugar

Si luego te haces la tonta y ni siquiera me vas a ganar

Y si te digo quien, se para a mirar cómo se eriza tu piel

Al escuchar

Hugo para el ritmo y dirige su mirada a la castaña.

-Y aquí me he quedao' -Los ojitos de Hugo muestran felicidad y la castaña al verlo tan contento aplaude flojito.

-Me gusta mucho, es un temazo. -Pasa la mano por el pelo del chico y al bajarla la posa en su nuca acariciándola, acto que provoca un escalofrío en el chico. - ¿Puedo sugerir algo?-Pregunta Ana Julieta con cuidado, no quiere molestarlo.

-Claro.

-Quedaría bien un cambio de ritmo, en plan, que metas más palabras en el próximo compás sin cambiar la melodía. Por ejemplo...-La chica se queda pensativa unos segundos. El rubio la observa curioso, con ganas de escuchar su propuesta. Nunca había compuesto nada con nadie, era algo muy íntimo para él; pero no podía negarle nada a la alcañizana.

-Al escuchar: susurros, suspiras, posturas divinas. Por ejemplo eh, que si no quieres ponerlo no me enfado, que la canción es tuya.

-Me encanta, si es que eres la mejor. -Le vuelve a robar un beso.

- ¡Hugo! -Le da un pequeño golpe en el brazo en forma de queja.

-Vale, vale, ya paro. -Levanta ambas manos en forma de tregua y ríe al ver la reacción de Ana Julieta.

Y entre acordes, risas y besos robados, anocheció en la habitación del chico de los tatuajes. Ninguno de los dos fue capaz de definir la amistad que tenían hasta pasados unos meses. Nadie les culpó, el juego que traían era peligroso pero adictivo.

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Pues aquí tenéis otro capítulo. Espero que lo disfrutéis como yo lo hago cuando escribo. Todos los mensajes de apoyo en twitter, en comentarios....Sois maravillosxs.

Nos leemos mañana

Zulter