Hugo mira inquisitivamente a Anaju esperando una respuesta. La chica se sienta en el banco que hay junto a ellos y el rubio la imita. No deja de mirarla en ningún momento, de hecho, no ha dejado de hacerlo en toda la tarde. ¿Qué tenía esta chica que lo atrapaba de tal forma? La pierna de Ana Julieta se movía nerviosa, Hugo vio que intentaba explicarlo pero no encontraba las palabras adecuadas para hacerlo.
-Anaju, si no quieres contármelo no pasa nada. No debería haber preguntado. -La tranquiliza. Lo último que quería es que se sintiera presionada a hacer algo.
-Quiero hacerlo. Solo tengo que encontrar las palabras adecuadas. -Se explica Ana Julieta.
Como si le hubiera leído el pensamiento, piensa el chico.
Hugo espera paciente el relato de la castaña, sus ojos le transmiten todo el apoyo que le gustaría mostrarle físicamente. Quería abrazarla todo el rato y decirle que todo iba a ir bien, que no tenía que tener miedo, que podía confiar en él. Pero la incertidumbre le frenaba, el no saber si se lo podía tomar bien, el no saber si para ella era una circunstancia difícil en el momento equivocado y con la persona equivocada. ¿Le habría cogido el mismo cariño a él? Son pensamientos que le rebotan en la mente al chico de los tatuajes, pero que intenta omitirlos.
-Hace seis meses, mi ex novio y yo hicimos 7 años juntos y salimos a cenar para celebrarlo. No bebimos ninguno de los dos, pero a la vuelta estábamos discutiendo, ni si quiera recuerdo porque lo hacíamos. Pero llevábamos una mala racha, la monotonía nos estaba consumiendo y ninguno de los dos tenía ganas de celebrar nuestro aniversario. Se despistó y lo próximo que recuerdo es despertar en el hospital, rodeada de tubos. Me pasé dos semanas en coma. Mi ex sin embargo, tuvo más suerte y a la semana estaba fuera. Tuve que aprender a andar de nuevo y dejar el trabajo que tanto me había costado conseguir. Mi vida paró, la perfección me estalló en la cara y me vi sola. Lo dejé con Marc al poco de salir del hospital y me fui a vivir con Mai, la que es ahora mi compañera de piso. El proyecto de "La Santa" es el primero que hago desde el accidente. Y esta tarde es la primera vez que me subo a un coche desde hace más de seis meses. -A Anaju las palabras le salieron rodadas, lo tenía todo guardado, necesitaba sacarlo, necesitaba quitarse esa mochila y le alegraba haberlo hecho con Hugo.
A Hugo le temblaban las piernas, se sentía horriblemente mal, la había obligado a subirse a un coche y encima se negó a pararlo cuando lo pidió por favor. Se sentía la peor mierda del mundo y las ganas de abrazarla iban en aumento. Ahora era a él a quien no le salían las palabras.
-No sé qué decir, te juro no sé qué coño decirte. Bueno sí. Perdón
- ¿Perdón? -Pregunta desconcertada Anaju.
- Por no parar el coche a la primera cuando me lo pediste antes, debí hacerlo.
-No podías saberlo.
- ¿Te puedo abrazar? -Probablemente esa era la pregunta más estúpida que había formulado el rubio en sus veinte años de vida, pero la veía necesaria
Ana Julieta extendió los brazos y se acercó más al chico de los tatuajes en forma de respuesta. Hugo posó su cabeza en el hombro de la castaña y escondió su cara en el cuello de la chica. La tenía cogida por la blusa que le permitía atraerla más hacia él. En ese momento, Hugo hubiera dado lo que tenía porque los abrazos de Anaju fueran eternos, la forma en la que lo agarraba, la forma en la que lo acariciaba. Toda ella desprendía ternura. Hugo temía descubrir todo de Ana Julieta, esos últimos días, descubrirla se había convertido en su pasatiempo favorito. Hugo pensaba en como algo con ella se podía haber convertido en monotonía, era inexplicable, ella era el antónimo de monotonía. Pero se separan, el chico de los tatuajes abandona el cuello de la chica dejando un tierno beso; acto que provoca un estremecimiento por parte de la castaña.
![](https://img.wattpad.com/cover/215527586-288-k975540.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Luces de neón || Anahug
FanficLa función ha terminado y las luces de neón se han apagado, los aplausos han cedido y ella ya se encuentra entre bambalinas. Sola con sus pensamientos. El silencio habla más de lo que le gustaría en estos momentos y por eso decide que la música será...