diecinueve.

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19.

Javier.

nos habíamos movilizado hasta el departamento de Ginés y Mia, estábamos sentados en la mesa mientras Mauro y Mia preparaban mates, había escuchado sobre la bebida pero nunca la había probado, y mi ahora novia de alguna forma se ofendió por eso, además que sus amigos le habían regalado hierbas y el recipiente junto con su bombilla, ella estaba más que feliz y eso se podía notar, y yo la quería así, feliz.

—acá tenés. —dijo dejando las cosas frente a mí.

—el mate se toma dulce, capo. —decía Mauro mientras me veía.

—el mate se toma sin azúcar pelotudo. —le reclamó Dani.

—el mate se lo va a tomar como se le cante el orto. —acotó Mia y los otros dos se quedaron en silencio.

—siempre tan dulce —dije riendo— pero creo le agregaré azúcar a ver que sabor tiene esto. —dije mientras le agregaba azúcar.

—ya eres un Monzón oficialmente. —decía Mauro y yo reí.

estuvimos hablando y riendo por cosas que contaba y decía Mauro, pude ver a Mia feliz, carcajeándose plenamente y dejándome escuchar ese sonido tan precioso, ahora entendía que esta sería mi labor, mantenerla así de feliz, porque es lo que se merece, después de haber vivido tanta mierda era su momento de ser feliz, y no dejaría que nadie la vuelva a dañar. 

—che Javier, ¿podemos hablar con vos? —dijo Dani, haciendo que se genere un silencio medio incómodo.

—Daniel. —decía Mia entre dientes, mientras veía a su amigo con desaprobación.

—no pasa nada, tranquila —dije poniendo mi mano sobre la de ella— vamos. —dije levantándome de mi silla y caminando con ellos para salir del departamento.

—sabemos que ya están de novios, creo que tal vez zasko ya te mencionó algo pero, Mia vivió cosas difíciles antes de llegar acá, y bueno ya ha pasado un buen tiempo desde eso, pero igual las heridas siguen frescas porque fue una situación jodida —decía Valentín.

—por favor tené cuidado con ella, hay cosas que parecen mínimas pero que a ella la llevan a un recuerdo que hace que entre en ataques de ansiedad, así que te pedimos paciencia. —continuaba Dani.

—Mia es mi prima, y bueno siempre he estado ahí cuidando de ella, lo de Ulises fue una cagada de mi parte, creí que porque era mi amigo iba a ser incapaz de dañarla pero no, me equivoqué, y queremos creer que vos no serías capaz de hacerle algo así, la vemos feliz y eso es importante para nosotros, así que solo eso wachin, cuídala y si algún día ella entra en una crisis decíle que está en un lugar seguro. —terminó de hablar Mauro.

—yo no quiero hacerle daño, gente como ella no merece ni una pizca de toda la mierda que pasó, yo estoy informado de su situación por cosas que ella misma me ha confesado, y yo las e ido tratando de entender y buscando la forma de eliminar esos miedos, os juro que lo único que quiero es devolverle la luz que sé que carga. —dije.

—no man sos re trolo, vení aca boludo para darte un abrazo. —decía Mauro mientras me abrazaba y nosotros reíamos.

—hablas tan lindo de Mia, gracias por quererla tanto. —me decía wos mientras pasaba su brazo por mis hombros.

—en serio gracias, y cuida de nuestra pequeña. —dijo Dani para después esbozar una sonrisa. Estábamos por entrar al departamento cuando una chica me habló.

—¿sos bnet verdad? —yo asentí— ¿sabés algo de Ginés? 

—¿cuál Ginés? —pregunté.

—Walls. —respondió la chica de gafas.

—ah tú eres Jul, tu romeo viene mañana pa'Madrir, así que mañana lo podréis ver. —informé.

—pero si no viene podés escribirme, arroba Dani Ribba en instagram. —decía Dani para dedicarle un guiño a la morena y entrando al departamento.

—perdónalo es que su mamá le daba café en vez de leche. —decía Mauro.

—claro, se nota —dijo riendo— gracias por la información. —dijo para después dar una vuelta y volver a su departamento. Entramos y Mia estaba sentada viendo caricaturas con Ginés.

—ay mi wachina, pequeñita. —decía Maura abrazándola y jalando una de sus mejillas, la respuesta de ella fue una mala cara y apartarse de su primo.

—Javi —me llamó y yo volví a verla y ella se acercó hasta donde yo estaba sentado— ¿qué te dijeron? 

—nada que no sepa ya guapa, tengo claro que debo cuidarte y protegerte —dije besando su mejilla— cuidarte como el tesoro que eres. —ella sonrió y se escondió en mi cuello.
















nuevamente Javier siendo un trolo ah, las tqm si dejan su voto.

sanar ; bnet. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora