Javier.
había logrado sostener a Mia antes de que cayera, la ambulancia llegó y subieron a Mauro a la camilla, escuché a los para médicos decir "rápido que ha perdido mucha sangre, no sabemos si resistirá el camino" nos sugirieron que lleváramos a Mia al hospital, era obvio que ella no podía ir en la ambulancia por cuestiones de espacio, así que pedimos un taxi. En la ambulancia se fue Ginés con Mauro y en el taxi, íbamos Chemi, Sergio y yo.
en cuanto llegamos al hospital pasaron a Mia a urgencias y nos encontramos a Ginés en sala de espera, ya habían ingresado a Mauro.
—¿qué te dijeron? —le pregunté a Ginés.
—nada, me dijeron que me espere acá mientras ellos hacen su trabajo, pero está en condición delicada. —tragué grueso, y me senté en una de las bancas.
—¿ustedes son familiares de Mia Monzón Rodríguez? —preguntó una enferma y todos asentimos.
—la paciente sigue inconsciente, según el informe que uno de ustedes dio, su desmayo fue provocado por un ataque de pánico, así que le hemos puesto sedante por medio de una intravenosa.
—gracias por la información, ¿no sabes como dentro de cuanto tiempo puede despertar? —pregunté.
—no sabría decirte, pero en cuanto despierte puedes pasar. —respondió amablemente y se retiró.
—joder, es que todo es una puta mierda, parece que la vida no la quiere dejar en paz, cuando las cosas mejoran medianamente para ella pasa otra cosa, no merece nada de esto. —estaba desesperado.
—toda esa basura acabará cuando el hijo de puta de Ulises esté en la cárcel. —decía Ginés, y tiene razón.
— Javier tío, no quiero ser pesimista pero ¿tú crees que Mauro salga bien de esta? —decía Chemi.
—no lo sé chaval, ojalá que sí, porque Mia no creo que soporte otro golpe más, y la verdad es que no me gustaría que nada le pase a Mauro. —respondí.
nos quedamos en silencio, sentados en la banca de aquel hospital, esperando a tener respuesta de cualquiera de los Monzón. Jamás esperamos que nuestra visita a Argentina terminarán así, y es que quien de nosotros esperaría que después de un evento pasen este tipo de cosas.
las horas pasaban, las aguijillas del reloj se movían y sus números cambiaban, pero no había respuesta de nada, había acabado con las pocas uñas de mis manos, la desesperación abarcaba todo mi cuerpo pero no podía perder la cordura, necesitaba estar bien en caso de que Mia despierte, no puedo quebrarme. Sergio apareció con una bandeja de cuatro cafés y algo para comer, aunque yo únicamente acepté el café, no tenía apetito, pero si necesitaba de la cafeína para mantenerme despierto, el más alto de mis amigos me dedicó una mirada de compasión.
habíamos ingresado al hospital pasadas las veintidós, y ahora el reloj marcaba la una de la mañana. Bufé al ver la hora, terminé de beber mi café y eché mi cabeza hacia atrás.
—familiares de Mauro Monzón —apareció una doctora en la sala y los cuatro nos levantamos rápidamente— el paciente sufrió una fractura en su cabeza, provocada por un fuerte impacto, esto ocasionó una contusión en el cerebro, el protocolo nos indica que está en coma, sin embargo le daremos un plazo de alrededor de tres semanas, si en estas tres semanas el paciente no responde es señal de que tuvo una muerte neurológica.
sentí como el color se fue de mi rostro, quería ir ya mismo y reventar a golpes al hijo de puta que ha ocasionado tragedias y nada más que eso.
—gracias por la información doctora. —habló Ginés al ver que yo no podía decir nada.
—familiares de Mia Monzón —hablaba un doctor, y nosotros alzamos nuestras manos— la paciente ya despertó, pueden ingresar a verla.
—doctor, una pregunta, es que mi novia sufrió un desmayo causado por un ataque de pánico, y me acaban de dar la noticia que su primo entró en estado de coma, ¿cree que sea prudente darle la noticia? —era una pregunta estúpida lo sé, pero necesito saberlo.
—hasta donde sé, la paciente está sedada, no es símbolo de que no vaya a tener repercusión en ella, yo le recomiendo que si piensa darle la noticia sea de manera produente. —aconsejó el médico para después retirarse.
—en definitiva tú no le vas a dar la noticia, eres tan delicado como una aplanadora —decía Sergio.
—yo se lo diré —decía Chemi, y todos estuvimos de acuerdo. Caminamos hasta la habitación de Mia, y abrimos la puerta, estaba sentada en su cama, viendo hacia sus calcetas, sus brazos con sangre seca, y su vista perdida, cuando notó nuestra presencia puso su vista en nosotros.
—¿cómo está Mauro? —preguntó.
cómo le explican...
fav si quieren cagar a trompadas a Ulises *fav*
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sanar ; bnet.
RandomMia decide dejar Argentina y volar hasta España para tratar de huir de ciertas cosas de su pasado que parecen tenerla atada y retenida, se va en busca del sentimiento de libertad y con afán de dejar de sentir dolor por acciones que no fueron culpa d...