treinta y seis.

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36.

Mia.

—¿un libro? —preguntaba Javier al otro lado de la pantalla— pues a mí me suena de puta de madre.

— ¿si crees que es una buena idea? digo, yo escribo desde chiquita pero los únicos que han leído fueron mis tíos, los pibes, ah y los Ginés que no conocen el respeto y leyeron algo de mi agenda. —dije.

—me ofende un poquito no haber leído nada tuyo, pero supongo que lo haré cuando saques tu libro, porque lo tienes que sacar. 

—puede que sí, puede que no, sabes que hay cosas por delante. —dije haciendo una mueca.

—¿cómo van con eso, qué les han dicho?

—pues nada, todo sigue igual, hoy se cumple la segunda semana pero Mauro no ha dado avances, no ha movido un dedo ni nada, y bueno Ezequiel ya hizo la denuncia contra Ulises pero la policía es ineficiente, ya sabes. —respondí.

—espero que todo mejore guapa, te tengo que dejar porque esto está por arrancar, deséame suerte —dijo sonriendo.

—no la necesitas, te irá muy bien, te amo.

—te amo más. —dijo tirando un beso y colgando la llamada.

-

—yo te puedo ayudar con lo que necesites, tipo un fotógrafo para la portada y eso. —decía Valentín, estaban demasiado emocionado por mi proyecto.

—igual no es necesario Valen, no estoy segura aún, exponer mis pensamientos e ideas ante tanta gente me asusta un poco. —dije mientras movía mis pies.

—pero vas re bien beba —me decía Ezequiel— posta, con lo que nos mostraste pinta a que sería alto libro y la historia va re linda, sos muy creativa vos.

—tiene razón el duko Mare, va re bien, sos una mina re inteligente y escribís muy bonito, te aseguro va a tener éxito. —me alentaba.

—ahí iremos viendo, por ahora solo me preocupa Mauro —dije tomando la mano de mi primo y viendo a los pibes. Iba a soltar su mano cuando sentí un leve apretón, rápidamente dirigí mi vista a las manos.

—¿Mia, qué pasa? —preguntó Valen alarmado ante mi reacción.

—les juro que sentí que me apretó la mano —dije asustada. Todos concentramos nuestra vista en las manos y nuevamente dio un apretó, ésta vez con un poco más de fuerza, Valentín se levantó para ir a llamar a la doctora y apareció con ella en la habitación

—bien, vamos a calmarnos, puede que sean reacciones de los nervios —se acercó a Mauro para hacer pequeños chequeos y anotarlo en su tabla—si nos estás escuchando mueve un dedo —indicaba la doctora, todos estábamos demasiado alarmados, Mauro movió uno de sus dedos, sentía que el corazón me iba a mil por hora— procederemos a limpiarle los ojos debido al tiempo que ha estado en coma es obvio que este acto se le complica, y lo hidrataremos debe tener la garganta seca, los haremos pasar dentro de unos minutos —decía la doctora y asentimos rápidamente.

—despertó Mare, despertó —decía Valen abrazándome haciendo que mis pies queden en el aire por un momento, sentía como las lágrimas bajaban por mis mejillas, estaba demasiado feliz. En este momento estábamos los cuatro abrazados, echos una bolita.

—ya está, pero antes de que pasen les tengo que decir algo —decía la doctora mientras empujaba sus gafas —si bien recuerdan les comenté que lo más probable es que Mauro tuviera un cuadro de amnesia porque ese es uno de los efectos secundarios —todos asentimos— pues aparentemente en este momento él se encuentra en el dos mil dieciocho, no tiene idea del porqué su cabello no está de su color natural, ni porqué tiene tatuajes, pregunta por Marena dice que es la única que le puede explicar las cosas, yo recomiendo que al menos por ahora únicamente entres vos —dijo señalándome.

—gracias por la información doc. —dije sonriendo a medias, ella asintió y se fue.

—bueno pero ya despertó, ya está con nosotros, ahora tenemos que ayudarle a recordar, pero Mia ya Mauro está bien. —me decía Valen y sonreí. Ellos se quedaron afuera y yo entré a la habitación.

—Mare —dijo sonriendo y yo fui abrazarlo, realmente estaba feliz de que haya despertado— boluda ¿qué pasó, en qué momento mi cabello se tiñó de gris? que me veo re fachero —bromeó— pero no sé, los tatuajes ¿cuando pasó esto y porqué estoy en el hospital?

—Mauro ¿vos sabés en que año estamos? —dije tomando su mano.

—¿dos mil dieciocho? —dijo dudoso, yo negué con la cabeza.

—Mau, estamos en el dos mil veinte flaco, pero tranquilo, no estuviste dos años sin saber qué pasaba, te voy a explicar pero primero tenés que escucharme y tratar de mantener la calma. 

—a todo esto ¿vos no tenías el cabello largo y estabas más chiquita? tas re vieja Mare —dijo riendo, es un pelotudo, recién despierta y ya estaba con sus cosas.

—cállate Mauro, esto es serio. —lo reté, y él se quedó callado. Le conté lo sucedido traté de refrescar un poco su mente con fotos y demás, parecía que las cosas que le enseñaba se le hacían familiares pero no llegaba a un recuerdo como tal.

—déjame reventarlo a golpes de una buena vez Marena —dijo molesto— por culpa de ese pelotudo no recuerdo nada la puta que lo parió. 

—ya Ezequiel puso una denuncia, veremos si hacen algo, pero bue, ya sabés vos cómo son las cosas acá, igual para que sepas Macri ya no es presidente.

—al fin una buena noticia loco —dijo riendo— ¿los pibes dónde están? 

—afuera ¿querés que los haga pasar? —él asintió rápidamente, al menos se veía tranquilidad y felicidad en su rostro, supo tomar la noticia. Le avisé a los chicos y entraron.

—jódeme con que todos estamos teñidos —dijo riendo— wacho que nos pasó, Mauro la puta madre ¿cuándo te tatuaste hasta el orto? Valentín qué carajos te hiciste esa raya morada y ahora tenés el cabello negro o gris, y Dani es rubio. —decía poniendo su mano en la frente.

nos quedamos hablando toda la noche, y recordándole cosas a Mauro, de pronto se le venían recuerdos recientes, y nosotros tratábamos de que recordara más cosas.

sanar ; bnet. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora