cuarenta y dos.

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42.

Mia.

—mi autora favorita —gritaba Valentín mientras entraba a la casa, me tomó de la cintura y me cargó mientras yo reía.

—miren pero si es la que ya vendió cuatricientos libros en tan solo veinticuatro horas. —decía Ezequiel, Valentín me bajó y le di un abrazo.

—no puedo con lo talentosa que sos vos Mare, me llenas de orgullo. —decía Daniel abrazándome.

—es re capaz de todo, sos la jefa Mare, nos llenas de orgullo a todos.  —decía Mauro, nos hicimos una bolita los cuatro. Me habían llamado de la editorial para felicitarme por vender cuatrocientas copias en menos de veinticuatro horas, yo estaba sorprendida de ver lo bien que había empezado.

—muchas gracias, los amo ¿Saben? de verdad los amo, ustedes son lo mejor que tengo. —dije casi al borde del llanto.

Dani pasó su brazo por mis hombros y fuimos a la cocina para preparar mates y comer algo mientras hablábamos de pelotudeces.

—mañana tenés la compe. —le avisé a Mauro.

—lo sé, estoy emocionado —dijo sonriendo.

—¿van a ir? —dije viendo a mis amigos y ellos negaron.

—yo hoy por la noche salgo para mi gira. —decía Ezequiel.

—yo tengo reunión para organizar nuevas fechas —le siguió Valen.

—yo tengo reunión con una disquera —decía Dani.

—hasta que al fin agarras la pala, enano —dije riendo y mis amigos igual, a excepción de Daniel que me miró mal— pues nada, me tenés solo a mi mañana. —dije viendo a mi primo.

—¿qué ha pasado con bnet? —preguntó Lombardo.

—le envié un ejemplar hace unos días pero no me ha escrito desde entonces, no sé si fue que en cuanto leyó los agradecimientos no quiso leerlo, o si se incomodó porque capaz tiene pareja, yo que sé —dije haciendo una mueca— honestamente me dolería saber si está con alguien más, suena egoísta pero yo muy bien sé que mis sentimientos por él no están por desaparecer y no sé cuándo lo hagan, Javier fue demasiado importante para mí, que a veces me enojo conmigo misma por haberlo perdido tan fácil.

—sabes que era lo mejor para ambos Mare, fue decisión de ambos, vos sabés que tuvieron un fuerte impacto entre ambos, ese pibe te hizo demasiado bien, y vos a él, y ustedes mismos lo dijeron, si están para el otro el destino los hará verse y ustedes ni se darán cuenta cuando ya estén viéndose. —decía Mauro y yo sonreí a medias.

--

a lo lejos veíamos la furgo acercarse, éramos a los últimos por quiénes pasaban, se detuvo frente a nosotros y abrió sus puertas, Mauro subió y yo iba detrás de él, buscaba asientos para ambos hasta que choqué con su rostro. Sentí mis piernas temblar y un nudo gigante en mi garganta, su rostro no expresaba mucho pero su mirada no salía de la mía, salí del trance cuando Mauro me tomó de la mano y caminamos hasta los asientos, me senté en la ventanilla tratado de procesar.

—¿estás bien? —me preguntó Mauro.

—sí —respondí.

no había cambiado, su única diferencia era que ahora poseía un bigote que por cierto le quedaba muy bien, su rostro serio como siempre, lo cual me intimidó un poco porque aunque Javier era inexpresivo tenía la ilusión de que si un día nos volvíamos a ver, su rostro se vería al menos un poco alegre pero no fue así. Ahora tenía mi mente trabajando como máquina de hacer billetes.

Javier.

tenía mis cascos puestos, la furgo hizo su última parada para recoger a los participantes y luego emprender rumbo al lugar del evento. Vi que quién subió era Mauro, traté de no ilusionarme, probablemente Mia estaría ocupada, y detrás de Mauro estaba ella, buscaba su mirada algún lugar vacío probablemente, pero se quedó helada cuando sus ojos y los míos chocaron. Mauro la tomó de la mano y se fueron a sentar.

estaba más preciosa de lo que recordaba, seguía cargando ese brillo que únicamente ella tenía, y me movió todo como solamente ella sabe hacerlo, tenía un combate interno justo ahora.

sanar ; bnet. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora