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Llegó a su casa luego de llevar al bajito, saludando a su perro y yendo directamente a la cocina para cocinar algo. Sentía que debía distraerse en ese momento. Sus emociones y pensamientos lo estaban volviendo loco y debía tomar una decisión con la cabeza fría.

Estaba a punto de cortar un vegetal cuando se dió cuenta de que el cuchillo estaba al revés. Bufó, odiando lo distraído que era para cocinar, la risita de Lay burlándose por sus platillos llegó a su cabeza y recordó su última promesa hacia él. Se preguntaba si sería una buena idea hablarle sobre el tema o guardarlo todo para sí mismo.

Negó con la cabeza y siguió preparando su comida. Al final, se pasó un poco con el condimento y tuvo que pasar cada bocado con agua. Su perro estaba frente a él, jugando con uno de sus huesos de hule y corriendo por toda la casa. Chanyeol acarició al animal desde su banca junto a la puerta para calmarlo. Miró sus ojos oscuros y le dejó un beso en la cabeza, deseando intercambiar lugares con él. Lanzó el juguete lejos para que lo fuese a buscar y se apoyó sobre sus rodillas observándolo.

Realmente se preguntaba qué era lo que debía pensar. La propuesta de Baekhyun era imposible, no podía involucrarse con un estudiante de esa forma así que la respuesta debía ser una negativa. Sin embargo, su mente seguía peleando entre lo que debía hacer y preguntándose qué era lo que realmente deseaba.

Cerró los ojos, tratando de entenderse a sí mismo. Tenía demasiado sentimientos mezclados, pero el miedo era el que más resaltaba a simple vista. De solo pensar que pudieron descubrirlo besando a Baekhyun, su corazón se volvía loco. Se imaginaba en la calle y sin poder volver a conseguir trabajo, o peor, en la cárcel. Él era quien corría los mayores riesgos si aceptaba el riesgo.

Pero él no debía preocuparse por eso, porque no iba a aceptar. O eso quería creer.

Durante otros minutos, se mantuvo en su patio jugando con el can. A pesar de haber elegido la opción más obvia, la imagen de los bonitos labios del menor mientras se mezclaban con los suyos volvía. Se avergonzaba de rememorar aquello, pero era inevitable. Su cara se ponía roja de solo pensarlo y le sudaban las manos. Quería golpearse por haberse dejado llevar del bajito y corresponder su gesto.

Era todo tan confuso que ya empezaba a dolerle la cabeza y quería recostarse en la cama y no salir de allí nunca. Jugó con su perro un rato más y luego entró junto a él. Rellenó su bol de agua y comida y notó que Yixing había dejado una nota en su pared.

"Robé un poco de comida, espero no te moleste" El alto rodó los ojos, comprendiendo por qué su nevera estaba medio vacía, pero importandole poco el asunto. Se quedó viendo la nota unos segundos, titubeando al sacar su teléfono y buscar entre los contactos. La hora no era la ideal, pero hablar con él era lo menos que el chino podía hacer luego de asaltar su refrigerador.

— ¿Hola?— Una voz soñolienta le contestó.

— Lamento despertarte, no creí que estuvieses dormido— Se disculpó.

— Oh, Chanyeol— La línea se quedó en silencio unos segundos. El alto sólo trataba de arreglar sus palabras en su mente— Si me llamas por lo de la comida, te pagaré, no te preocupes.

— No, no— Negó al instante— No tiene nada que ver con eso... En realidad te llamo porque... Necesito tu ayuda con algo.

— ¿Mi ayuda?

— Sí— Suspiró, tomando asiento en su cocina— Más bien tus consejos.

— Vale, te escucho.

Chanyeol se restregó los ojos con la mano, mordiéndose el labio y pensando. Él realmente pensaba demasiado, pero era algo que hacía parte de su personalidad ansiosa. Eso era algo que odiaba de él mismo con todas sus fuerzas. El miedo siempre lo hacía pensar demasiado incluso en situaciones que no requerían tanto escrutinio. Su cabeza simplemente no podía dejar de controlarlo todo y esta ocasión era una excepción en muchos sentidos. Se estaba sumergiendo lejos de su zona de confort y su cerebro no dejaba de entrar en pánico en cada paso.

Sr. Park [ChanBaek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora