1️⃣3️⃣ -parte 2

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El alto guardó silencio al escuchar sus palabras, incapaz de decir algo. Baekhyun lo miró fijamente por unos segundos a la expectativa, segundos que se volvieron minutos y le hicieron sangrar el corazón una vez más.

- Y como siempre, no tiene nada que decir- Chasqueó la lengua, acomodándose el flequillo contra los ojos.

- No...

- Adiós, Sr. Park- El chico se giró para abrir la puerta, sin embargo, la enorme palma del maestro chocó contra esta volviendo a cerrarla.

El bajito apretó el pomo con su mano, tratando de reprimir las lágrimas que querían salir de sus ojos. Debía mantenerse fuerte ante el mayor, debía tomar buenas decisiones con la cabeza fría.

- No...- Suspiró contra su cabello- No te vayas, no todavía. No he terminado...

- ¿Por qué se empeña en detenerme?

- Porque no puedo dejarte ir- El bajito se mordió el labio al escucharlo, chocando su frente contra la puerta.

- ¿Por qué?

El maestro tomó su hombro para girarlo y deslizó su mano hasta sostener su mejilla, acercándose a él en una posición encorvada que le permitió tener una vista completa de su rostro. El castañito sintió la respiración del hombre contra sus labios y formó puños con las manos porque era muy difícil resistirse a besarlo.

- Baekhyun...- Susurró su nombre de una forma tan impetuosa que su piel se erizó. Sus ojos estaban expresando todo aquello que sus palabras no podían y eso hacía temblar al menor, porque sentía que en cualquier momento cedería.

El alto acorraló su cuerpo aun más contra la puerta, acercándose lo suficiente como para rozar sus labios contra los pequeños de Baekhyun. Las manos del bajito agarraron su chaqueta mientras suspiraba. Sus emociones eran demasiado fuertes como para ser controladas, así que cuando el alto se acercó lo suficiente para besarlo, sintió que su cabeza volaba. Un hormigueo recorrió todo su cuerpo y por un segundo sintió que existían sólo ellos dos, justo allí, lo suficientemente juntos como para evitar que el aire pasara entre sus cuerpos.

Los labios rellenos del maestro eran tan adictivos e increíblemente suaves, la mejor sensación que el bajito había tenido desde hace mucho. Ese hombre lo manejaba a su antojo y ni siquiera se daba cuenta, lo volvía loco cuando metía su lengua en su boca y lo ponía increíblemente nervioso. Sus besos le robaban la cordura y sólo quería vivir para sentirlos, tanto que le aterraba volverse adicto.

- Sr. Park...- Gimió, separándose un poco. Sintió su cara caliente mientras sus labios seguían hormigueando, rogando por más de aquel contacto.

- Baekhyun- Dijo su nombre de nuevo, con la voz gruesa y las orejas igual de rojas que sus mejillas.

- ¿Por qué me hace esto?- Gimoteó- ¿Acaso es tan difícil quererme?

- No. No es nada de eso- Murmuró.

-Entonces, dígamelo mientras me mira a los ojos, por favor. Quiero escucharlo de sus labios- Los rozó suavemente, tomando los costados del cuello del mayor mientras las puntas de sus pies sostenían su peso.

El alto abrió la boca, dispuesto a dejar salir su sentimientos. Era consciente de que si lo hacía, no habría vuelta atrás y aquel niño más joven que él y problemático, tomaría las riendas de su corazón.

¿Estaba listo para hacerlo? ¿Estaba listo para arriesgarse por Baekhyun realmente?

Solo debía decir esas palabras mágicas y los ojos del bajito se iluminarían como estrellas y todo volvería a ser como venía siendo. Podría estar junto a él, escucharlo decir tonterías y observar aquel lado juguetón que lo caracterizaba cuando estaban juntos.

Sr. Park [ChanBaek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora