Sr. Park [ChanBaek]

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El alto salió de su habitación con una toalla anudada en la cintura luego de darse una ducha relajante. El dolor de cabeza despareció mágicamente luego de unas horas y ya estaba más calmado. Sin embargo, sus uñas no podían decir lo mismo, y cuando las encuentra una vez más en su boca, se regaña.

Miró su teléfono celular con angustia, preguntándose si debía llamar al bajito para cerciorarse de que todo estuviera bien. Esa tarde, justo antes de que el menor se fuera, no había caído en cuenta de lo significativas que eran las palabras de ese tal Kyungsoo. Suponía que la urgencia y el pánico reflejado en el rostro del chico se debía a la situación en casa.

Chanyeol no se había tomado el tiempo de preguntar cómo iban las cosas en su hogar durante los momentos que estaban juntos. Baekhyun tenía el poder de distraerlo muy fácil -aunque este no tuviera idea-, solo era necesario que le sonriera un poco para que se le olvidaran todas sus preocupaciones y dudas respecto a él. Aunque esperaba que si algo muy urgente sucediera, el chico le avisara cuánto antes.

"¿Nos vemos mañana?" Envió antes de arrepentirse. Las uñas en sus dedos ya estaban un poco acabadas como para seguir dañandolas, así que decidió centrarse en algo más hasta que el bajito le respondiera.

Estaba tomando su sopa cuando escuchó la notificación del teléfono. Lo agarró rápidamente, suspirando al ver el mensaje del bajito.

"Sí, quisiera verlo"

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— Te ves mucho mejor hoy, ¿Qué? ¿Tuviste una noche especial?— Interrogó la maestra Sooyoung mientras le ayudaba a llevar algunos libros a la biblioteca.

— N-Nada de eso. Supongo que mi humor solo mejoró un poco— Se encogió de hombros.

— Espero que así sea— La chica lo fulminó con la mirada, pero decidió cambiar el tema— Por cierto, hace un tiempo que no me invitas a tu casa. ¿Rocky sigue con esa alergia?

— No, el veterinario dijo que el collar antipulgas le ayudaría— Entraron a la biblioteca con las cajas en mano— Puedes verlo cuando quieras, ese perro te quiere más a ti que a mí.

— Awww, lo sé— Sonrió triunfante— Iré la otra semana y le llevaré algunas galletas para pe-

Ambos se detuvieron abruptamente al escuchar un escandaloso grupo de chicas parlotear en una mesa. La castaña le dirigió una mirada al alto antes de dejar la caja sobre el mostrador y dirigirse hacia el numeroso grupo. Le dio un asentimiento a la bibliotecaria, quién se veía bastante atareada, y siguió a la castaña para respaldarla.

— Las reglas de la biblioteca son claras. No pueden ocasionar tanto ruido— Reprendió suavemente. Chanyeol llegó a su lado, mirando a las estudiantes con severidad, sin embargo, algo llamó su atención.

Desde su perspectiva, el alto podía ver su teléfono celular y la imagen que se encontraba allí. Abrió los ojos como platos, acercándose disimuladamente para ver más de cerca y notando quiénes estaban en la imagen y lo que hacían. La chica al verlo tan cerca, inmediatamente bloqueó su teléfono.

— Lo sentimos, Srta. Choi— Dijo una de las niñas.

— Nos iremos ahora mismo. Sólo estábamos hablando un poco, lo sentimos.

El mayor apretó los labios, uno contra el otro, y bufó. Las estudiantes se marcharon y ambos volvieron a tomar los libros para ayudar a la bibliotecaria con el orden de las estanterías.