A la deriva.

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Me encontraba leyendo un libro mientras esperaba a que me vinieran a avisar que era la hora de ir al instituto.

Por mi me quedaría aquí o iría a entrenar a la escuela que encontré hace unos días, pero ellos tenían la obligación de llevarme con ellos en todo momento.

Terminé de alistar mis cosas y cerré el libro, que por alguna extraña razón no lo quería soltar. Este libro no era de alguna historia o novela, sino de geografía.

Escuché que tocaban la puerta, por lo que tomé mis cosas y salí del cuarto, encontrándome con el chico que creo que se llama Subaru.

-gracias por avisarme- le agradecí.

-vámonos, no me hagas perder el tiempo- dijo sin verme y comenzando a caminar.

Lo seguí sin hacer ni una pregunta, tomé cierta distancia para no incomodar.

De un momento a otro se detuvo y me inspeccionó de arriba a abajo con el semblante serio.

-¿qué es lo que ve en ti?- preguntó.

-¿disculpa?-.

-¿qué es lo que ve en ti?- repitió serio mientras se cruzaba de brazos.

-no se de que me hablas, yo a ustedes no los conozco, a ni uno de los 6, es la primera vez que vengo a este país- comencé a enfadarme -además si fuera por mí, estaría con mi familia, teniendo mi vida normal-.

-¿normal?- rio entre dientes -¿una bulímica tiene una vida normal?-.

Sus palabras me golpearon el estómago.

Me crucé de brazos y lo miré con molestia y no me tomé la molestia de esconderlo.

-si no tienes nada bueno que decir, callate- le dije para continuar caminando.

........

Al terminar de bajar las escaleras me descargué contra la pared a esperar que los demás bajaran.

Al terminar de bajar las escaleras me descargué contra la pared a esperar que los demás bajaran

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La chica que podía volar (Raito y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora