Aeropuerto

816 87 4
                                    

Reiji llegó con media hora de anticipación, tenía que estudiar un poco el caso en el que su padre los había comprometido, pero con su hermano mebor en ese estado no podía concentrarse mucho, algo muy raro en él.

Abrió la carpeta que le habían entregado y comenzó a leerla.

Diagnóstico analimia

Era lo que decía la primera hoja, seguido de una breve explicación.

La analimia es trastorno alimentario que se caracteriza principalmente por ser una combinación de bulimia y anorexia.

Los pacientes con este transtorno llegan a ser más obsesivos con sus ideales y estándares impuestos por ellos mismos.

Si la recuperación de la bulimia es de un 40% y la anorexia de un 50%, la analimia solo tiene un registro de recuperación de un 25% en las personas.

Reiji pasó a la siguiente hoja, que contenía los datos de la paciente.

Edad, fecha de nacimiento, nacionalidad, ciudad natal, padres, etc.

.......

Cerró la carpeta al acabar la última línea y se puso a pebsar.
¿Cómo era que "esa persona" los ubiera comprometido, sin los permisos de ellos, a cuidar a alguien así?, ¡y sobre todo con su PROPIO hijo al borde del colapso!, no los cuida a ellos, pero si que se ofrece a cuidar a personas ajenas.

........

El avión de su padre finalmente aterrizó frente a él.
Reiji lo único que hizo fue fruncir la frente.
Tendría que cuidar a otro mocoso, o eso creía él, el contenido de la carpeta no decía ni el genero ni el nombre del paciente.

La puerta se abrió y varios sirvientes comenzaron a bajar mientras cargaban las maletas de quien cuidarían, todas eras de un color negro.

Atrás de ellos, el mayordomo de su padre bajaba con una chica que estaba dormida, extremadamente delgada, en sus brazos , mientras otro sirviente bajaba una máquina a la cual ella se encontraba conectada.

Reiji no mostró expresión alguna, pero si le sorprendió que fuera una chica.

Las instrucciones que su padre le había dado era el de cuidarla, nada más, ni nada menos.

-buenas noches joven Reiji- lo saludó el mayordomo a lo que él solo asintió en manera de respuesta.

Colocaron a la pelinegra, frente a él, en una silla de ruedas y le retiraron el suero.
-muy bien joven, a partir de aquí ahora usted es responsable, por favor, cuide de ella- dijo el hombre.

La chica que podía volar (Raito y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora