Segunda parte de: ¿puedes verme?.
Si no has leido la primera parte te recomiendo que la busques en mi perfil, ya que podrías no entender.
"Existe un tu y una yo en este mundo" esas fueron las últimas palabras que Raito escucho de ______.
.....
"¿Cr...
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Desperté con un fuerte dolor de cabeza y al abrir los ojos una blanca y brillante luz cegó mi visión durante unos segundos.
Me senté sobre la cama en la que me encontraba, al parecer me encontraba en la enfermería de la escuela.
Miré mi brazo derecho y noté que tenía una aguja en este. Retiré el suero, me puse de pie y me coloqué el uniforme, para luego poder salir a buscar mi salón.
Al abrir la puerta noté qus todos los alumnos se encontraban en clases, ya que los pasillos se encontraban completamente vacíos.
Con la poca capacidad de merida que tengo traté de llegar a mi salón, pero al bajar las escaleras me llegó una sensación mextraña, sentía que ya había estado en este lugar.
Miré las escaleras que se dirigían al techo y, sin pensarlo dos veces, comencé a subirlas. Cada paso que daba era como una oleada de recuerdos, en los que yo me encontraba caminando de un sitio a otro junto a otra persona, pero no podía ver su rostro.
Llegué a la azotea y me acerqué a la reja de seguridad. -Reiji se enojará si se entera que te estás saltando clases-.
Di un pequeño salto hacia atrás por el susto y me llevé la mano al pecho, pero me relajé al ver que era el chico del sombrero y ojos verdes. -me asustaste- dije aún con la respiración agitada y una pequeña sonrisa.
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-¿qué haces aquí arriba _____?- preguntó el ojiverde. -no lo sé, solo vine sin saber el por que- miré atravez de la reja.
La vista era maravillosa, desde aquí arriba se podía llegar a distinguir las luces nocturnas de la ciudad de Tokyo.
-es una ciudad preciosa, siempre quise venir a este país, pero nunca imaginé cuales serían las razones que me traerían- me agarré de la reja. -_______- susurró mi nombre y yo lo miré.
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-estoy feliz de que volvieras- acarició mi mejilla.
Sonreí y sin saber la razón las siguientes palabras salieron de mi boca.
-parece que mi chico pervertido desapareció-.
Me regañé mentalmente y enseguida cambié el tema de conversación. -háblame sobre ti, me agrada y me gustaría conocerte-.
Él soltó una carcajada y se acercó más. -generalmente no suelo tener estas conversaciones con las chicas- dijo sin quitarme la mirada de encima - normalmente las demás se acercan por mi apariencia y nada mas-.
Medité unos segundos mi respuesta antes de hablar.
-entonces será muy divertido para mi poner tu mundo de cabeza-.
