La chica que podía volar (Raito y tu)

Chica Rubia

Narra _______.

Después de escuchar un poco de sermón por parte del segundo hijo dijo que regresaría en 5 minutos, que su hermano había regresado, lo cual yo aproveché para escaparme un rato de allí.
Necesitaba aire fresco, comenzaba a sofocarme.

Salí con cuidado de la habitación y cuando estube lo suficientemente lejos comencé a correr en busca de una salida.

Pero sin querer a mitad del camino estube apunto de chocar con un chico de sombrero.

Lo miré de reojo y continué mi camino. No sabía como ni por qué sabía moverme dentro de esa enorme casa, pero tenía la sensación de que algo muy grande estaba por ocurrir.

......

Logré salir de la mansión y me dirigí al muelle.

Cuando llegué quedé maravillada con el paisaje, este lugar tenía vistas preciosas.

Me senté en la orilla y dejé mi mente en la orilla.

Agarré mi celular y puse la canción de big girl cry.

Taradié la canción mientras observaba cuidadosamente. Quería ver que había cruzando el lago.
-me tocó venir a una casa de ricos- reí - creí que iría directamente al hospital- dije.

Escuché unos pasos acercarse, por lo qud miré a mis espaldas.

Una chica de cabellos rubios y ojos rosas caminaba a paso lento, cuando me miró se sorprendió.
-¿quién eres?- preguntó.
-______, mi nombre es _______- dije.

Ella me miró mas confundida.
-¿eres la chica que Raito ha estado mencionando desde hace tiempo?- preguntó.
-yo no conozco a nadie con ese nombre, por lo que no- respondí.

-¿qué haces aquí?- preguntó -¿eres otra novia de sacrificio?-.
Ahora fui yo quien la miró confundida.
-¿novia de sacrificio?, ¿qué es eso?-.

La rubia iba a hablar hasta que la interrumpieron.
-oie chichinasi, regresa a la mansión- dijo el chico de cabellos rojos y ojos verdes.

Ella se puso de pie y se fue algo asustada.
-y tú- se dirigió a mí -quiero que me expliques la razón de tu estadía aquí- exclamó.

Incliné la cabeza.
-en primera tu a mí no me hables asi, idiota- dije molesta, a lo que él se sorprendió un poco, supongo que nonguna chica le había llegado a hablar así - además yo no estoy aquí por gusto- me crucé de brazos.

Su mirada se ensombreció y parecía que iba a explotar, pero el chico de lentes llegó.
-es suficiente Ayato- dijo serio, por lo que el pelirrojo se alejó molesto de allí - le pido disculpas por su comportamiento-.
Me encogí de hombros y regresé la vista al lago.
-es un lugar hermoso- dije.

-le pido que regrese a la mansión, ya es muy tarde y no es propio de una señorita estar despierta a esta hora-.

Me puse de pie lentamente, ya que un fuerte mareo me hizo tambalearme un poco.
El chico sujetó mi mano con firmeza sin lastimarme.
-la acompañaré a su cuarto- dijo.