Tomando un café

374 37 3
                                    

Subaru y yo caminábamos por las transitadas calles de la ciudad, todas las miradas de las chicas se posaban en él, y cuando me miraban a mí, parecía que aquellas urgidas querían matarme lentamente.

Al doblar la esquina divisé una pequeña, pero acogedora, cafetería.

Me detuve y el Sakamaki dio unos pasos más antes de darse cuenta que ya no lo seguía, se giró a verme y su mirada me pedía una explicación.

-Quiero  comprar algo para beber, tengo sed- dije.

Subaru puso los ojos en blanco por un momento.

-¿no puedes esperar a llegar a la mansión?- preguntó algo irritado.

-Podría, pero siento que cada movimiento que hago en ese lugar tu hermano me esta observando, parece un poco agradable desde mi punto de vista, pero no me gusta lo que hace, creo que eso es algo enfermizo-

Caminamos al interior del pequeño establecimiento y nos sentamos en una pequeña mesa que se encontraba al fondo. La mesera no tardó en llegar y nos pidió la orden.

Subaru no pidió nada y yo pedí un café americano con leche deslactosada baja en grasa. La pelirroja asintió con una sonrisa mientras terminaba de escribir y se alejaba, no sin antes lanzarle una mirada coqueta a mi acompañante.

-Parece que eres muy popular entre las chicas- comenté sonriendo, quería tratar de entablar una conversación con él, ya que desde mi llegada no hemos cruzado poco más de algunas palabras.

-No lo sé y no me importa- dijo de manera cortante a lo que yo solté un bufido.

-Estoy tratando de ser amable- susurré.

-No lo hagas, en este lugar ser amable no te ayudará en nada, ni conmigo ni con mis hermanos, puedes creerme-

-Entonces seré directa-me crucé de brazos-¿por qué estoy aquí?, claramente no es para una nueva terapia o un nuevo tratamiento, ahora podría estar....-

-¿dónde podrías estar?- me interrumpió - ¿en el hospital quizás?-

Antes que pudiera decir algo la mesera llegó con mi café.

Traté de disfrutar algo de mi bebida, pero Subaru me había arruinado el momento.

No tardé ni cinco minutos en terminar de beber el café, saqué el dinero de mi bolsa y lo dejé en la mesa para luego ponerme de pie y salir de ahí.

Caminé lo más rápido que pude para tratar de perder a Subaru y cuando creí haberlo logrado aparece justo frente a mí.

-Si regreso sin ti, tendré serios problemas con Reiji-

Me encogí de hombros y seguí caminando.

..................

Cuando finalmente estuvimos frente a las rejas de la mansión Subaru me detuvo.

-Te diré una sola cosa sobre todo este asunto- dijo tranquilo - no podrás regresar a tu hogar, no podrás volver a ver a tus padres- después de decir eso........desapareció.

La chica que podía volar (Raito y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora