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- Buenos días -grito una vez que entro por la puerta de mi casa después de haber ido a correr

Nadie me contesta, pero oigo como en la habitación hay ruidos estruendosos, voy hacia allí y abro la puerta para ver la habitación hecha un desastre. Julia va de un lado a otro recogiendo ropa, maquillaje, zapatos, etc.

- ¿Nos vamos? -se asustó al oír mi voz

- Me voy -fue concisa

- ¿De viaje?

- No -no dejaba de ir de un lado a otro

- ¿Entonces? -no entendía nada

- Hugo -cerró la última maleta que le quedaba- me voy para siempre

Me quedé mudo ante su respuesta y empecé a atar cabos, visualicé la habitación y todas sus cosas estaban recogidas, en cambio las mías estaban por todos lados sin ningún orden.

- No lo entiendo -y es que yo no entendía nada, ayer hicimos el amor, ayer estábamos bien, esta mañana cuando me desperté estaba acostada a mi pecho respirando tranquilamente

- Hugo, me he dado cuenta de que no te quiero, tu y yo no somos compatibles -suspiró- no estoy preparada para ser tu mujer -mi corazón se aceleró al oír sus palabras

- ¿Quién es él? -sabía que había otro, ella nunca me habría dicho esas palabras porque sí

- No hay otro -miró hacia un lado

-Sí que lo hay

- No lo quieres saber -dijo nerviosa

- Sí quiero saberlo -respondí enfadado- quiero saber quién coño se ha follado a mi prometida -grité

- Es Juan -mi cuerpo se paralizó, él único Juan que aparecía en mi mente era la única persona que más odiaba

- ¿Botín, te has metido con un Botín? -me agarré el pelo intentando controlar mi rabia

- Estoy enamorada de él -me reí

- Una mierda que estás enamorada de él, ¿Qué te ha prometido? ¿Qué es lo que él te puede dar que yo no pueda?

No contestó

- Contesta joder -alcé la voz

- Será mejor que me vaya -cogió sus maletas y se dirigió hacia la puerta principal

Me quedé mirándola intentando encontrar una respuesta, intentando saber que era lo que había hecho mal, repasaba mentalmente cada uno de los momentos vividos en estos días y cada uno de ellos eran perfectos.
Dos jóvenes ricos prometidos.
Ella siendo la mujer ideal, con una buena familia, estudios, cumpliendo con su estatus social. Yo trabajando en la empresa de mi padre, a punto de obtener la herencia, también manteniendo mi estatus social, cada uno se encargaba de mantener su posición en la alta sociedad.

Me miró por última vez antes de salir por la puerta y llevó su mano derecha a su mano izquierda para quitarse el anillo de compromiso, lo dejó en la mesa de al lado de la entrada y sin mirar atrás se fue.

Y ahí estaba yo, solo.

Me dirigí a mi despacho y vi la botella de whisky, ni me planteé coger un vaso cogí directamente la botella y la llevé a mis labios. Mi cuello picaba, mi garganta ardía pero me daba igual, ahora mismo ese dolor no se podía comparar con el dolor que tenía en el corazón.

Mi teléfono empezó a sonar y con la mano torpe conseguí sacar el móvil para ver que la persona que me llamaba era mi padre.

- Hola -dije al coger la llamada

- Hola hijo, era para que te pidiera a ver si podíais venir antes tú y Julia a cenar, quiero hablar sobre un par de cosas contigo sobre la empresa y no quiero que se haga tarde si lo hacemos después de cenar

- Padre no creo que pueda ir Julia -intenté que mi voz fuese lo más segura posible

- ¿Por?¿Le ha pasado algo?

- Digamos que -intenté buscar las palabras adecuadas- nos hemos peleado

- ¿Cómo que os habéis peleado? -no me gustó oír su voz con ese tono- Hugo arréglalo

- No puedo

- Sí que puedes -nos callamos- ya te lo dije, si no te casas antes de los 26 la empresa no será tuya y tan solo te quedan meses, exactamente 3

- Pero no pasa nada si no me caso -salió de mi sin pensar

- Como te atrevas a romper la tradición familiar te juro que tu futuro será una mierda -hubo un silencia en la línea donde yo no era capaz de responder- y no me vuelvas a contestar

- Perdone -mis manos temblaban

- Arréglalo, os quiero hoy a los dos a las 20h en casa -no contesté- no le diré nada a tu madre, ella no se merece que les des disgustos -ningún sonido fui capaz de emitir- y no me avergüences más Hugo, es tu última oportunidad -y me colgó

Llevé otra vez la botella a mis labios, buscando algún lugar donde poder esconderme, donde mi vida no sea un jodido infierno, donde mi padre me quiera como una persona, no como un producto, un lugar donde sea feliz.

Ahora mismo la única persona que aparecía en mi mente era ella, Anaju, ahora mismo ella era la persona que necesitaba, necesitaba oír su voz.

- Anaju -dije cuando descolgó la llamada

- Hola Hugo -su voz era cálida

- Necesito a mi mejor amiga -mi voz se entrecortó

- No te muevas, ahora voy

Siempre ha sido ella // AnahugDonde viven las historias. Descúbrelo ahora