Al final Veguetta no pudo encontrar a su padre, así que dejo este tema para tratar después, su día transcurrio normal al menos hasta la tarde, había algo en su pecho que le dolía, necesitaba ver a su mate pues hace bastante rato que no veía a su lindo chico de ojos verde, así que decidió ir hasta la casa de este, para saludarlo e invitarlo a algún lugar, pues quería pasar su resto de tarde con el.
Comenzó a caminar hacia la salida cuando sintió como alguien lo llamaba y claro reconoció quien era, pues sólo una persona lo apodaba asi
Luzu:vegettoide, a donde planeas ir, sabes que tienes tus clases dentro de unos minutos
Veguetta:Quiero encontrarme con Rubén *dijo con un brillo en sus ojos*
Luzu: Ten cuidado, no valla a ser que alguien más se entere que gustas de el
Veguetta: C-como rayos lo sabes tu? *pregunto algo sonrojado, mientras miraba a su primo*
Luzu: Se te nota en la mirada tio
Veguetta: No importa, si no llego hazme una cuartada, te lo pido por favor *sin esperar respuesta de su primo salio en dirección al bosque,pues sabía que su primo no le fallaria.Como iba caminando desde el castillo hasta la casa de Rubius, siempre se demoro en llegar, pero no le molesto después de ver a su osito jugando en una consola.
Veguetta:Doblas, hombre compañero, que tal? *dijo este con una sonrisa, intentando llamar la atención de el chico*
Rubius: hombre Samuel, yo estoy bien y tu? *respondió después de quitar su mirada de la consola*
Veguetta: bien compañeroDespués de entrelazar unas que otras palabras y unos chistes, veguetta le pidió al de cabello albino, claro si es que este no tenía nada que hacer, que lo acompañará, que había encontrado un buen lugar para ver estrellas, el albino aceptó dichoso la oferta del de mayor edad. En realidad, se supone que veguetta ese día tenía clase real, con uno de sus criados, pues le estaban enseñando las diferentes formas de saludo, aunque nunca se escapaba de sus clases esta vez decidió que merecería la pena si el osito aceptaba ir con el.
Los dos comenzaron a caminar uno al lado del otro con tranquilidad, cuando estaban pasando por un pequeño lago sus manos rozaron, algo que hizo que el corazón de los dos chicos comenzarán a latir a una velocidad muy acelerada, veguetta no desprovecharia esa oportunidad así que entrelaso su mano con la del albino y como excusa dijo que era para que ninguno de los dos se perdiera de la vista del otro.
Faltaba poco para llegar, pero las quejas del menor ya estaban comenzando a alterar a veguetta, quien aún sostenía la mano de Rubius.
Rubius: vegeeeeee!!!!, ya, no quiero caminar más, cargame que me voy a dormir *dijo el albino mientras hacía un puchero al de mayor edad*
Veguetta: como niño pequeño, aguantate que no falta mucho, falta poco para llegar *le respondió en un intento para que se callara, aunque veguetta lo quisiera era verdad que el albino muchas veces lo hacía enojar*A lo lejos se podía avistar entre los otros árboles uno que resaltaba, era un gran árbol y encima de este se encontraba una pequeña casa, aunque ya estaba deteriorada, pues se veía que era algo vieja y que desde hace mucho estaba abandonada.
Veguetta: Llegamos Chiqui, adelante sube.
Se preguntó, porque el albino no caminaba hacia las escaleras que llebavan a los adentros de la casa, cuando le preguntó vio cómo su osito le señalaba las manos, una vez callo en cuenta, inmediatamente le soltó la mano mientras sus mejillas comenzaban a tomar un color carmín.
Los dos escalaron a la casa de el árbol y entraron, veguetta sabía que no había nadie viviendo allí, pues llevaba bastante tiempo llendo a inspeccionar aquella casa del árbol, pues no quería volver a poner en peligro a su osito, una vez llegaron subieron al tejado de este, el cual le permitía ver una hermosa escena de el cielo estrellado.
Rubius: veguetta, no temes que tus padres te castiguen por llegar tarde *preguntó el oso algo preocupado por su amigo*
Veguetta: no te preocupes le dije a mamá luzu que me hiciera una cuartada *sonrió, para el de menor edad*Así comenzó a pasar la noche, con los dos jóvenes mirando al cielo, mientras hablaban tranquilamente, de un momento a otro, Rubius sintió, como todo su mundo se venía abajo, pues comenzó a sentir cosas que nunca había sentido, callendo en posición fetal en el piso.
Veguetta:Rubius?!!, Rubius!!!, se levanto exaltado a socorrer a su amigo *mientras más se acercaba al oso comenzó a sentir un olor agradable y dulce para el, un olor que lo embriagaba, al parecer su mate estaba experimentando su primer celo*
Veguetta no sabía que hacer, pues si no tenía precaucion, sabría que podía perder el control por el celo de su mate, así que rasgo parte de su ropa y se tapó su nariz, intentando impedir el olor de su oso, para así poder el acercarse tranquilamente, por otro lado Rubius, se dio cuenta de un olor cerca a él, uno que según las historias sabía quién era, su mate se encontraba cerca, pero como, si sólo estaba con Veguetta en ese lugar, de repente lo supo, supo que el de ojos amatista era su pareja predestinada.
Rubius: Ya lo sabias verdad?, preguntó aún tirado en el piso.
Veguetta: No quería incomodarte con ello, lo siento chiqui, yo....
Rubius: No digas mas por favor *interrumpió al mayor rápidamente, pues no quería que este siguiera hablando*Por un lado Rubius se encontraba feliz, pues su mate era aquella persona de la cual se había enamorado, pero por otro estaba triste, pues sabía las leyes que se le imponían a su recién descubierto mate y que su amor podría ser algo imposible, además sabía que su amigo no tenía sentimientos así el o al menos era lo que pensaba.
Veguetta: No, no lo entiendes, por favor déjame hablar.
Rubius: Se que tienes tus leyes, no tienes porque mentirme, no puedes estar con alguien que no es de sangre pura y lo entiendo.
Veguetta: Doblas, dejame hablar, no.....Rubius al no querer escuchar lo que él de pelo oscuro quería decir intento correr, pero este lo detuvo, lo volteo hacia el y lo acercó para callarlo con un beso, un beso tierno y dulce, esperaba que con eso entendiera que el estaba dispuesto a dejar su mandato como líder, si eso implicaba el no tener a su osito al lado.
Veguetta al ver que Rubius no reaccionaba se alejo, comenzaron a brotar lágrimas de los ojos de el albino, pues al fin había sucedido aquel beso que llevaba esperando bastante tiempo, pero debía tener cuidado, pues sabía que su olor podía alterar a la persona frente a él.
Veguetta al ver aquellas lágrimas se acercó un poco para pasar su dedo índice por las mejillas de su compañero, limpiando así aquellas pequeñas gotas de agua saladas.
Rubius: Veguetta, yo te amo, te amo mucho, pero sabes que esto es complicado
Veguetta:Lo sé, pero no me interesa
Rubius: p-pero....
Veguetta: Los lobos necesitan una luna y tu eres la mía, mi luna de ojos verdes Rubén, yo también te amo y no permitiré que nada nos separe. *dijo con una sonrisa en sus labios, mientras miraba directamente a los ojos del albino*.Los dos se percataron de que cerca de ellos estaba pasando una estrella fugas así que pidieron un deseo
Ruben: Se que parecerá tonto, pero.... Deseo que esto nunca termine, esta es la noche más hermosa de mi vida.
Veguetta:Yo solo deseo poder pasar el resto de mis días con tigo.Dijeron ambos, para al final terminar aquella noche con un beso tierno y sueve.
Veguetta al final pudo controlar sus deseos, pues con aquel trapo que cubría su nariz no fue tan dificil
Y asi bajo aquel cielo estrellado y con su deseo pedido, fue el comienzo de lo que sería una historia de amor, que dejaría marca en la historia de Karmaland.
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Aclaro que en el capítulo anterior se me olvido decir la edad de Auron, así que aquí la tienen
Auron(Raúl) :20 años
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Mi luna de ojos verdes🌙 (En edición)
Random-Chiqui tranquilo, saldremos de esta. -QUE TE JODAN!! , bien sabes que nunca me aceptarán, entiéndelo, soy un jodido omega, la clase mas baja que puede haber y para complementar soy un semihumano samuel.- decía el chico oso entre llanto -Confía en m...