Amigos

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*Mis capítulos suelen ser super cortos cuando no tienen algo importante en ellos. Oh famoso relleno xD pero cuando se venga algo grande, ahí serán largos*

Cuando decidieron que ya habían jugado demasiado, Kovu y Kiara fueron al río a beber agua. La sonrisa de la princesa creció cuando saludó a unos animales que descansaban ahí. Ellos la saludaron de vuelta y miraron fijamente al forastero, esperando que este hablara. Kovu se sintió un tanto incómodo y desvió la vista para evitar el contacto visual. Eran tres, un hipopótamo que estaba metido en el agua, una garceta que reposaba sobre el lomo de este y una joven chita que estaba sentada a una distancia considerable del agua.

—Hola —saludó el hipopótamo alegremente— ¿Kovu, no es así?

—¡Beshte! —la chita lo regañó.

—Solo quería saludar, Fuli.

—En cierto modo, Beshte sólo intentaba ser amable —el ave habló desde su posición.

—¡Ya lo sé, Ono! Pero le prometimos a Kion que… —Fuli suspiró antes de volver a mirar a Kovu— Lo siento. No queremos agobiarte.

El león escuchaba atentamente al grupo de amigos hablar, Kiara llamó su atención.

—Ellos son los amigos de mi hermano. —aclaró por si acaso.

—¿Amigos de Kion? Pero… no son leones…

—¿Y eso qué? —habló alguien que recién llegaba, detrás de la joven pareja.

Bunga se acercó al borde y se preparó para saltar. Kiara no se movió ni cambió su expresión mientras le ordenaba a Kovu que se agachara. Este obedeció rápidamente y, de esa manera, ambos evitaron las salpicaduras del tejón. Fuli no tuvo tanta suerte.

—¡Bungaaa! —bramó ella furiosa antes de sacudirse.

—Lo siento, Fuli.

Kovu largó una risita mientras que el resto de los presentes actuaron como si ese pequeño episodio fuera cosa de todos los días. Detrás del tejón llegó Zibu, casi sin aliento.

—¡Espérame, Bunga! —exclamó él— yo también quiero nadar.

Volvieron a agacharse para evitar ser salpicados. Fuli logró esquivar el agua y miró al par de amigos chapotear alegremente alrededor de Beshte. La chita pensó con ironía que qué genial iba a ser tener a dos Bungas en las Praderas. 

Rani llegó corriendo, seguida de Vitani. La leona tenía una expresión de pánico en su rostro.

—¡¿Qué haces en el agua, Zibu?! —exclamó preocupada a una distancia razonable.

—¿Qué? —tanto Zibu como Bunga entornaron los ojos al no escuchar a la leona con claridad.

—¡Que qué haces en el agua! —gritó Rani con todas sus fuerzas tras juntar aire.

Vitani cerró los ojos e hizo una mueca cuando su amiga le gritó tan cerca de sus orejas. La miró molesta antes de alejarse rumbo al río.

—Nadar —le respondió Bunga con toda naturalidad mientras chapoteaba con fuerza, salpicando a Vitani.

—Deja esas patas quietas —ella le ordenó molesta mientras se sacudía.

—¡Pero Zibu no sabe nadar! —volvió a alterarse la leona.

Su amigo dejó de moverse y la miró sonriente.

—Tranquila, Rani. Timon y Pumba me enseñaron a nadar. —la tranquilizó mientras volvía a desplazarse por el agua— ¿Lo ves?

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