Los Descendientes

Todo va a mejorar

Mucho drama (?)Ya estamos cerca del final de la película, digo, de la historia. Creo que está clarísimo que no tengo una extensión fija. Algunos capítulos van a ser más largos que otros y ya༼ つ ◕_◕ ༽つ (No conocía estos emojis xD) (¬‿¬)☜(ﾟヮﾟ☜)(*/ω＼*) jdjdjks perdón. Ya dejo la pendejada. 

Pasaron el día evitando a cualquier animal. Se alejaban constantemente de la multitud e hicieron lo posible por no cruzarse a ninguno de los que habían presenciado la pelea. Entre ellos tampoco hablaron mucho, no sabían qué decirse. Simplemente hicieron ademán de preguntarle a Kovu si estaba bien, pero él los apartó asegurando que no le dolía nada.

—Yo... estoy bien. —Dijo rápidamente, dándoles la espalda— Pero creo que él no... eh...

—¿Y qué, Kovu? ¿Quieres volver a disculparte? Claro, te recibirán con un abrazo. —Su hermana lo interrumpió.

A partir de ese intercambio de palabras, sólo hablaron lo necesario el resto del día. 

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En la noche se sumergieron en la cueva que, en ese momento, les pareció el lugar más oscuro de las Praderas. Mirar las pinturas de sus padres les era más difícil. Apartaron la mirada, no querían dormir ahí, ¿pero qué opción tenían? 

Rani se acomodó en la misma roca de siempre y tembló. Su respiración entrecortada llamó la atención de sus amigos. Vitani se acercó a ella con cautela, los ojos de su mejor amiga brillaban debido a las lágrimas acumuladas. Enseguida la abrazó; Rani, al sentir el suave tacto no pudo aguantar más y sollozó sonoramente. Vitani sintió como sus lágrimas la empapaban, pero no le importó. Ellos jamás habían visto a Rani llorar.

Rani estaba cansada. Nunca en su vida había sentido tanta presión dentro y fuera de ella. Hasta ese momento había logrado aguantar y controlar eso llamado llanto. Llorar era para débiles, y ella no era débil. Era fuerte. Una leona valiente que no tenía tiempo para esas estupideces. Sin embargo, sin saber por qué, algo dentro de ella le pidió un descanso y dejar salir demasiadas emociones. En sus ridículas lágrimas había enojo, tristeza, miedo y confusión. No sabía si sus amigos pasaban por lo mismo, pero no hicieron preguntas o comentarios. Apreció el apoyo silencioso que le dieron.

Kovu y Zibu dudaron, pero finalmente, se acercaron a las leonas y se recostaron uno de cada lado. No era la primera vez que dormían los cuatro juntos, ya lo habían hecho de cachorros para evitar el frío. Pero, siendo ya adolescentes, su orgullo era demasiado grande para permitirlo. Hacía bastante que no lo hacían y eso les trajo muchos recuerdos además de una cálida sensación. Eventualmente, Rani logró dormirse y sus llantos solo cesaron en cuanto cayó en un pesado sueño.

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Por la mañana, los cuatro caminaron nuevamente en silencio hasta el río para tomar aire. Rani no tenía ningún ánimo de salir, pero sus amigos insistieron.

—No puedes quedarte aquí todo el día. No les des el gusto. —Fue lo último que le dijo Vitani para que finalmente aceptara dar una vuelta con ellos.

Por supuesto que ni Kovu ni Zibu fueron en busca de Kiara o Bunga, y Vitani ni siquiera pensó en acercarse a sus amigas o a Nala. Estaba claro que les sería sumamente incómodo para todos y además tampoco sabían si serían bien recibidos.

Había un par de animales ahí que los miraron disimuladamente, pero no hicieron comentarios. Si bien Hamu quien estaba ahí, intentó acercarse a saludar, Muhimu no se lo permitió mientras miraba a los cuatro con desconfianza.