Los Descendientes

Noche de historias

Capítulo largo (?) No quería cambiar mucho la historia de la película ni agregar escenas innecesarias que en el filme no salen entonces aclaro que hay un gran salto temporal. De todas formas, a lo largo del capítulo se aclara que el tiempo pasó, pero por si acaso también lo digo por acá. Repito, no quiero agregar contenido innecesario que en la película no lo hay (el cual ya hice bastante y tendré que seguir haciendo para algunas cosas) y alargar la historia. Después de todo, se es principiante por aquí :v
También aclaro que la falta de participación de Simba y Nala no es decisión mía, sólo sigo la trama de la peli en donde el rey la reina apenas salen en algunas escenas.

—Y en eso, de entre las sombras, se oyó un ruido que helaba la sangre…

—¿Y qué era?

Rafiki sonrió al grupo que tenía a su alrededor quienes escuchaban atentamente la historia. El joven príncipe Kion estaba rodeado de sus cuatro amigos, Fuli, Ono, Beshte y Bunga. Este último descansaba sobre el lomo del león con ambas patas delanteras apoyadas en su melena mientras sostenían a la vez su propia cabeza. El tejón escuchaba la historia con una enorme sonrisa y un enorme interés. También a su lado estaban algunos niños de las Praderas. Mtoto el pequeño elefante, Hamu, el hijo de la cebra Muhimu, su mejor amigo y Juhudi, la hija de la jirafa líder, Twiga.

Por último, Zibu el león nuevo en las praderas (invitado por Bunga) también lo escuchaba con atención y, al igual que lo más pequeños, tenía una expresión de terror en su rostro.

—¿Están seguros que quieren saberlo? —preguntó el simio poniéndole todo el suspenso del mundo a su tono de voz.

—¡Sí, Rafiki! Dinos qué era. —Mtoto exclamó con los ojos muy abiertos.

El grupo adolescente asintió con una sonrisa, divertidos ante la emoción de los niños a pesar del miedo. Zibu no se movió.

—Está bien… —Rafiki se giró por unos momentos para luego voltearse de un salto— Se oyó el llamado… ¡Del Zimwi!

—¿Zimwi? —preguntó Juhudi algo decepcionada— ¿Qué es eso? —la pequeña admitió para sí misma que se esperaba algo más aterrador.

—Suena aterrador —murmuró Zibu.

—El zimwi es una bestia aterradora —afirmó Rafiki, provocando algunas exclamaciones de miedo en los pequeños y una de emoción de Bunga— Pero sólo viene a las Praderas en la noche de luna llena. —agregó.

—¡Hoy hay luna llena! —el tejón gritó saltando encima de Kion.

—¡Bunga! —Kion se quejó— Eso duele. —sonrió.

Bunga enseguida se bajó y se acercó a Hamu, saltando encima de su lomo.

—Así es. Eso significa que el Zimwi podría aparecer esta misma noche… —murmuró con un espantoso tono de voz, provocando que los pelos de la cebra se erizaran.

—¡No! —exclamó Hamu, asustado.

—Bunga —le advirtió Fuli.

—No, no. Rafiki ya nos contó esta historia cuando éramos niños pequeños. ¿Recuerdas, Kion? Yo recuerdo que el zimwi es alto como dos jirafas y tiene dientes más grandes que los de un cocodrilo. Ah, y unas afiladas púas… —Bunga alzó sus patas para acompañar su pequeño discurso con un gesto amenazante.

—Sí que suena espeluznante —Mtoto tembló y se pegó a Fuli, quien suspiró fastidiosa.

—Ya basta, Bunga. Luego no van a poder dormir. —la chita apartó a Mtoto con suavidad.

Él no se detuvo y continuó dando detalles y rasgos sobre la supuesta bestia aterradora que salía en luna llena. Eventualmente, Rafiki le dijo que era suficiente y les pidió que se retiraran a dormir. Como Bunga había dicho, la luna estaba redonda y brillaba en el cielo junto a las estrellas. Los jóvenes le dieron las gracias a Rafiki por la historia y se fueron del árbol, caminando en pequeños grupos.