Cita

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AAAAAhg pinche cuarentena, te odio.


Los dos hermanos estaban intentando dormir un poco. Para Vitani había sido un día cansador; la reina Nala le había pedido que se encargue ella misma de dirigir al grupo de leonas para cazar. Al principio no supo qué decir, pero acabó por aceptar más que feliz. Había practicado por sí misma un rato antes, no quería darles una mala impresión. Por supuesto que Zuri se negó a ir cosa que no le sorprendió para nada, y Tiifu extrañamente tampoco estuvo presente ya que había comenzado a temerles menos. No era lo mismo ser la líder que estar entre las que entrenan, era por eso que se sentía realmente agotada.

Kovu, por el contrario, había pasado la mañana con Kiara. La princesa lo había hecho correr lejos de la roca y él no entendía por qué. De todas formas, se distrajo rápidamente con su sonrisa. Ambos pasaron el día jugando, charlando e incluso Kovu le había enseñado cosas nuevas. Más tarde, con algo de culpa, ella le confesó que se había escapado de sus lecciones y por eso no quería rondar cerca de la roca. Él solo bromeó al respecto.

Lo único que quería en ese momento era dormir y volver a soñar con todo lo que había pasado, se sentía muy feliz.

Unos pasos interrumpieron su intento por conciliar el sueño.

—¡Esto es increíble! —exclamó Rani mientras entraba pisando el suelo con fuerza y dejando salir un pequeño grito de indignación.

Eso hizo que ambos hermanos se sobresaltaran y la miraran.

—¿Qué rayos te pasa? —le preguntó Vitani con el ceño fruncido.

Kovu se acercó a ella corriendo, preocupado. Rani miró hacia el costado y bufó.

—Kion acaba de invitarme a una... —puso los ojos en blanco y su expresión molesta aumentó— a una cita.

Kovu y Vitani se miraron consternados ante la afirmación de su amiga. Kovu rompió el silencio dejando salir una risa ahogada. Negó con la cabeza sin dejar de sonreír divertido. Conocía bien a su amiga y el enorme rechazo que le tenía a ese sentimiento. Adivinó que Rani no tardaría en explotar y se negó a estar presente en una charla de chicas de esa índole.

—¿Me despertaste sólo por eso? —Vitani le preguntó.

—Chicas... —Kovu suspiró— Las dejo solas —dijo antes de salir de la cueva.

—Olvídalo —la pelirroja dijo en cuanto su amigo desapareció— No iré.

Vitani solo se limitó a reír.

—¿Por qué no? Kion es agradable, además... ¿te das cuenta de que le gustas?

Rani la miró arqueando una ceja y acto seguido, negó con la cabeza.

—No es cierto.

—Claro que sí —se burló su amiga.

Rani suspiró y se acercó al pequeño estanque. Su reflejo brilló en el agua. Sostuvo la mirada unos segundos mientras pensaba. Quizá ir a la cita no sería tan mala idea. Estaría jugando con los sentimientos de Kion. Pero... de esa forma entraría mucho más en confianza, justo lo que su padre quería. Dejó salir un quejido al no saber que hacer. ¿Desde cuando le importaba cómo se sentían los demás?

—Ve —Vitani interrumpió sus pensamientos.

Ella se acercó y se sentó a su lado provocando que su reflejo se dibuje junto al de Rani. Vitani suspiró mientras le hablaba a la versión acuática de su amiga.

—Tú eres muy bonita —le dijo en voz baja— a diferencia de...

—No digas eso, tú también lo eres —Rani la interrumpió sonriente, para luego volver a su expresión molesta— No puedo fallarle a mi padre. Tendría que engañar a Kion, pero... no tengo otra opción.

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