Capitulo 19

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Kuroo tamborileaba los dedos por encima del volante mientras miraba por la ventana la enorme casa de la acera de enfrente. Tenía el ceño fruncido y el enojo que había mantenido a raya en todas estas semanas parecía querer salir a flote.

Pero no estaría en modo stalker si Kenma le hablase. ¿Que habían sido? ¿Dos? ¿Tres semanas? No sabía cuanto tiempo habían estado sin hablarse pero para él había sido una eternidad. Puede que él haya tenido algo de culpa de que el teñido le dejase de hablar y que ni siquiera le devolviese las llamadas y los mensajes.

Después de las clases en la universidad que les daba a los futuros científicos como él, se había dedicado a espiar a Kenma desde su coche. El menor no salía prácticamente de su casa y no podía acercarse a las ventanas y ponerse a mirar por ellas sin parecer aún más sospechoso. Había aceptado que lo ignorase esa semana cuando llegaron de Sendai. Quiso visitarlo y disculparse ese fin de semana pero no contó con que un pequeño monstruo estuviese junto a él. Su instinto le dijo que lo había llevado para que ellos dos no se viesen.

Se dijo que estaba bien, que podría esperar. Pero eso hizo que lo empezase a espiar. La siguiente semana lo había visto coger un taxi y se felicitó mentalmente de no haberlo perdido por las calles mientras le seguía. Vio una enorme casa tradicional de una sola planta y pensó que sería de algún inversionista o patrocinador de sus juegos, pero nunca pensó que quien le abriese la puerta fuese Chibi-chan junto al pequeño monstruo que llevó Kenma a su casa. Esperó al menos dos horas fuera de la casa y acabó marchándose por estar aburrido de esperar.

Después de eso pasó otra semana en la que lo seguía y nada interesante había pasado. Y por eso estaba ahí. A la espera. Moviendo sus dedos sobre el volante sin saber que hacer. Fácilmente podría entrar al la casa y aclarar las cosas con las llaves que Kenma le había proporcionado hace un tiempo atrás, pero creía que eso era invasión a la privacidad.

Pero ¡ugh! Llevaba al menos tres semanas sin verlo y necesitaba disculparse. Aunque creía que eso no era necesario. El teñido le ocultó que Chibi-chan estaba en Brasil junto a uno de los gemelos Miya formando una familia y tomando el sol en sus playas. ¿No pensaba en Kageyama? Era un pobre diablo sufriendo por su culpa. Él creía que el chico merecía al menos un poco de felicidad, y tal vez si hubiese sabido donde estaba Hinata hace un par de años habría cambiado las cosas.

Suspiró y salió del vehículo. Le puso seguro y caminó hacia la enorme casa. Se paró frente la puerta y levantó el brazo para llamar a ella pero se detuvo antes de hacerlo. Miró el timbre a su lado durante largos segundos y casi pulsa el botón hasta que desistió también de hacer aquello. Sacó la llave que tenía en su llavero y la metió con cuidado en la cerradura sin hacer ruido. Se quitó los zapatos dejándolos en el genkan y se encaminó al interior.

—Perdón por la intromisión...- murmuró bajo

No miró por cada rincón de aquella casa, dado que sabía perfectamente donde estaba el dueño. Apoyó la oreja en la puerta corredera y no escuchó nada venir de dentro, ni siquiera de los botones del mando de la consola siendo presionados. Extrañado abrió la puerta lentamente y vio al teñido tendido en el suelo de forma fetal. Preocupado se acercó corriendo y se sintió aliviado al ver que el menor respiraba bien y miraba a la pared.

—¿Que haces aquí?- preguntó Kenma sin mirarle.

—Quería hablar contigo. No has respondido mis mensajes y no has devuelto mis llamadas.

—Mm... Tardaste más en venir de lo que pensaba. El asiento de los coches son incómodos.

—¿Qué...? ¿Como...?

— Conozco tu coche Kuroo, y la matricula. Además no es normal que un coche se pase mas de cinco horas frente a tu casa durante tres semanas. Agradece que no llamé a la policía.

Siempre fuiste tu (AtsuHina) EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora