Capitulo 29

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Seiya se miraba en el espejo del baño de la casa de Nao.

Sus papás habían decidido quedarse un tiempo de sus vacaciones con Kageyama y a él personalmente le había disgustado la idea. Por un lado había dormido junto a Nao las primeras noches pero cuando el calor se hacia molesto prefería dormir en su propia camita disfrutando la amplitud de esta. Su mami se encargó de hacer el desayuno, almuerzo y cena de todos los días evitando que su padre y Kageyama dejasen la cocina reducida en cenizas. Por ese lado, no se quejaba.

Pero no tenia sus libros.

Habia estado completamente aburrido sin sus libros de física, química, ingeniería, algunos de medicina, literatura... En fin, sus libros.

Sus padres creyeron que el domingo después de haber ido a la fiesta, regresar a Miyagi por sus cosas había sido lo mejor que pensaron. Él quiso acompañarlos y escoger personalmente lo que quería tener en aquella casa que invadirían; pero se tuvo que quedar bajo el torpe cuidado de Kageyama. Cuando ambos adultos llegaron agarró con rapidez su mochila con su ropa y empezó a rebuscar por toda ella a sus preciados libros. Desgraciadamente no había ninguno.

—No deberías de leer tanto y relacionarte más.

Eso es lo que había alegado su madre como excusa por no tener sus libros.

¿Acaso no sabia que leer era recomendado para tener un buen lenguaje y evitar las faltas de ortografía? A veces sentía que podía llorar sangre al ver en las redacciones de alguno de sus compañeros escribían valla en vez de vaya. ¿Acaso no sabían diferenciar que 'valla' con doble l son las cercas de madera que rodean las casas o diferentes lugares como separaciones? O que 'vaya' con y es del verbo ir. Tampoco podía superar el que confundiesen 'ay', 'hay' y 'ahí'. Es que duh, todo el mundo sabia que 'ay' es una exclamación. 'Hay' es del verbo haber y 'ahí' era un adverbio de lugar. ¿Tan difícil era diferenciar algo como eso?

Pero habían cosas peores que prefería ignorar como no respetar los acentos de las palabras o poner una coma en medio se una frase larga para que el lector respire, o un punto y aparte para que no sea un texto largo y aburrido. Los signos de puntuación eran importantes y sus compañeros eran muy tontos como para saberlo.

Por eso le hacia gracia que su madre dijese que dejase de leer. ¿Para qué iba él a relacionarse con personas con un coeficiente intelectual mucho menos desarrollado que el suyo? Los libros le brindaban mayor conocimiento que hablar con los demás sobre el videojuego de moda o si ha hecho tal cosa en tik tok. Su madre no sabia lo que decía.

Soltó un suspiro pesado y sacudió la cabeza. Era un niño, no debía tener este tipo de preocupaciones.

Miró su carita pecosa y pasó la yemita de sus dedos por ella. Sentía sus orejas calientes al recordar como Soichi le había dicho lo bonitas que eran y como se parecían a las estrellas. Nunca había sentido tanta vergüenza en la vida hasta ese momento.

Soichi era alguien vivaz. Alguien que iluminaba el lugar con su sola sonrisa y presencia. Su llamativo pelo hacia que tus ojos fuesen hacia él como los girasoles con el sol. Y de todas las personas que habían a sus alrededor había decidido juntarse con él: alguien aburrido y sin gracia. Que le gustaba más leer libros dignos de alguien mucho mayor que él que tenia ocho años; que pasar tiempo con el resto. A Soichi le gustaba oírle decir cosas difíciles que su mundana mente no podría ni procesar; y como le explicaba de lo que estaba compuesto el agua.

Deslizó sus manitas de su cara hacia el cuello de su camisa. ¿Una pajarita seria demasiado?

Se mordió el labio inferior inseguro.

Su mamá iba a dejarle al cuidado de la familia de Soichi y pensaba mucho en su atuendo. Tenia una pajarita color rojo alrededor de su cuello. Una camisa de botones de manga corta junto a unos pantalones negros igualmente cortos. ¿Iba muy formal? Esto era algo que solía usar -motivo por el que también habían burlas dirigidas hacia su persona- y no quería que Soichi se riese por usar ese tipo de ropas. Y no contemos con sus gafas de culo de botellas que eran simplemente enormes pero que en realidad amaba.

Siempre fuiste tu (AtsuHina) EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora