Siempre fuiste tu (AtsuHina) EDITANDO

Capitulo 20

Cuando entró al Shiratorizawa a sus quince años nunca pensó que encontraría el amor allí. Él creía que eso no era para él y en lo único en lo que debía de centrarse era en sus estudios y en los partidos que estarían por venir en un futuro.

Pero no.

Semi Eita fue su senpai y cuando lo vio pensó que era un chico bastante atractivo pero creía que un chico así no se fijaría en alguien como él. Sin embargo entre los dos se creó una bonita amistad que por su parte aquello floreció en amor. Estaba dispuesto a confesarse en la graduación del cenizo cuando llegase.

Pero no contó con la llegada de Goshiki Tsutomu.

Su kohai que ansiaba con ser la próxima estrella del Shiratorizawa cuando Ushijima se graduase. Como senpai que era, tenia que guiarlo y aconsejarle por lo que empezó a pasar mas tiempo con el pelinegro sin darse siquiera cuenta de ello.

Para cuando se percato de eso, sus sentimientos eran un mar de dudas. Le gustaba Semi desde hacía un año pero también le empezaba a gustar Goshiki. Cada noche en los dormitorios del Shiratorizawa daba vueltas en su cama y pensaba en lo que debería de hacer. Al final, una noche se decidió.

Se iba a confesar.

Lo llamó durante una practica y hablaron afuera durante un descanso.

—Me gustas.

Su cara estaba roja como un tomate y nunca había sentido tanta vergüenza como en ese momento.

El contrario no decía nada y eso hacia resquebrajar su pobre corazón.

Lo escuchó soltar una risa nerviosa y al alzar la vista pudo ver al otro igual de sonrojado como él.

—A m-mi también me gustas, senpai.

En ese momento Goshiki y Shirabu empezaron una relación. Lo que el castaño no supo en ese entonces fue que Semi había escuchado su confesión quedando con el corazón herido; y que se arrepentiría de haber elegido al pelinegro.

El día de la graduación de los de tercero, lloró porque los echaría de menos. Sin embargo, sus lágrimas desaparecieron cuando Goshiki lo llevó corriendo hacia los dormitorios y que en aquel momento perderían la virginidad. Tal vez, si hubiese esperado un poco más, Semi no los habría seguido y habría escuchado los gemidos de ambos.

Semi como muestra de su amor, quería darle al castaño el segundo botón de su camisa, aunque fuese algo unilateral. Pero eso fue algo que no pudo hacer. Se giró dejándolos solos en su mundo lleno de placer y tiró a la basura aquel botón junto a sus sentimientos.

Cuando fue el momento de la graduación de Shirabu le hizo ilusión ver a Satori y Wakatoshi en ella. Esperaba que Semi fuera, aunque llegase tarde. Pero cuando el pelirrojo le dijo que Semi se encontraba estudiando en un conservatorio demasiado estricto para sus salidas, intentó disimular la decepción que le invadió lo mejor que pudo.

Entró al área de medicina y estudió duro.

En su primer año temía que Goshiki le fuese infiel. Sabía que el chico se rodeaba de chicas mucho mas bonitas que él y eso le hacia sentir inseguro. Sin embargo, el confiaba en el pelinegro. O eso se decía.

Un día al salir de sus clases pudo ver en la entrada a Semi. Su ropa era diferente y su cabello era ligeramente mas largo. Se había echo perforaciones en las orejas y llevaba una guitarra a sus espaldas. Sinceramente se veía realmente bien.

Él lo sabía al igual que todas las chicas del campus.

Cuando sus miradas se encontraron, el cenizo alzo la mano en forma de saludo y no supo que le invadió para salir corriendo hacia él y lanzarse a sus brazos. Semi le abrazó con fuerza y le dio vueltas enterrando su nariz en su cabeza castaña.