Día 51

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Como siempre, mi clase es la ultima en salir al recreo y tenemos que quedarnos cinco minutos más en clase del señor Thompson. El día que nos deje salir cuando suene el timbre, se acaba el mundo.

Voy con Max, Ce y Cam al patio vallado donde están el resto del grupo hablando en una esquina a la sombra. Enseguida la pelirroja es la primera en saludar.

— ¡Hola chicos!

— Heyy chavales. —contesta Lucas.

Lucas le dedica una pequeña sonrisa a Max pero esta esquiva la mirada y se concentra en la conversación. Qué raro, normalmente se habría juntado a él o algo.

— ¿Qué tal las clases? —pregunta Dustin dandole un mordisco a su sándwich de nutella.

— Guay, no hicimos nada. —le informa mi hermana—  ¿Vosotros?

— Nada lo de siempre. Con matemáticas a tope. —contesta el rizado.

Desde que llegué Mike no ha dicho ni una sola palabra y se mantiene algo apartado de la conversación. Admito que yo también, pero no sé como debería actuar en esta situación, quiero decir, no estamos saliendo pero tampoco estamos enfadados. Es todo muy extraño.

— Nosotros tenemos exámen de mates esta semana. —hablo por fin.

— ¿Qué tal lo llevas? —me pregunta Mike con un tono de voz tímido. Parece algo nervioso.

— Bastante mal, la verdad.

Él siempre era el que me ayudaba con esa asignatura, incluso hizo que me gustaran las matemáticas un poco más. Me encantaba estar en la habitación con él y ver su cara de concentración explicándome las cosas que no entendía. Admito que a veces me hacía el tonto para que se quedara más tiempo conmigo ayudándome. Era nuestro pequeño momento.

— Hoy la profe le sacó a la pizarra y no sabía hacer nada. —añade Max. Genial, me ha dejado más en ridiculo.

— Yo también voy fatal tio. —dice Lucas— Este tema es muy difícil.

— Se hace todo con fórmulas, os puedo ayudar si queréis. —ofrece el rubio— Cuando queráis podéis venir a mi casa y os explico.

Desde que tiene una situación difícil en casa, Cam ya no me puede ayudar tanto pero parece que las cosas van mejor ya.

— Por favor si. —le pide Lucas.

— Pero Mike también se le dan bien las mates. —dice para intentar meterle en la conversación. Se ha vuelto a quedar callado.

— Si, pero ahora no tengo mucho tiempo para explicarlas la verdad.

— Ya me imagino...

— ¿Hoy en que casa te quedas? —pregunta Lucas.

— En la mia.

— Si hoy te quedas en la de Dustin mañana quédate en la mía si quieres. —ofrece Cam sonriente. Me pone tan feliz que se lleven bien ahora.

— Si puedes si, porfa.

— Si si, claro. ¿Aviso a mis padres o prefieres que no sepan nada?

— No no, no digas nada. Mejor si no se enteran.

— Vale como quieras, no será dificil colarte.

— A ver si se van a pensar algo raro tus padres, Cam. —ríe Lucas. Y es verdad, si por un casual sus padre se enteran no sé ni cómo reaccionarían.

— Creo que se habria pensado algo raro la madre de Max. —le recuerda el rubio.

— Ya... —suspira ella— Pero no se enteró.

Dear diary, - ✧byler✧ [terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora