Dear diary, - ✧byler✧ [terminada]

Día 69

Hoy Cam me ha invitado a su casa para ir a dormir. No estaba seguro de si aceptar o no, pero al final lo he hecho ¿por qué no? Es mi mejor amigo y además si me quedo solo me torturaré mas pensando en Mike y en Chester.

Y esta vez he traído mi propio saco de dormir, no quiero causar más problemas. Si a Mike le molesta que durmamos en la misma cama pues lo respeto, está en su derecho de molestarse. Pero espero que entienda que Cam y yo solo somos amigos, no quiero nada más con él.

Llevamos todo el día jugando a la play, viendo películas, comiendo... está siendo divertido. Me gusta pasar tiempo con él, creo que conectamos muy bien.

— Ey tío, ¿y qué tal con el psicólogo? —pregunta.

— Bien, bien. —sonrío— Todavía no he ido a muchas sesiones pero me está ayudando bastante.

— Qué bien. ¿Ves? Sabíamos que te vendría bien.

— No sé qué haría sin vosotros. —confieso.

— Ni nosotros sin ti, bobo.

Pasa la mano por mi pelo para despeinarme y yo suelto una pequeña carcajada. En realidad esa es una de las cosas que mas me jode que me hagan, y solo lo sabe Mike. Siempre lo hace porque sabe me molesta, y yo para contraatacar le empiezo a sacar fotos, que sé que no le gusta nada. Pero ya es una broma entre nosotros hacer eso. Echo de menos esos momentos.

—¡Oyee! —protesto— Ya me has despeinado.

— Por favor ten piedad.

— Ya sabes que no.

Me lanzo a hacerle cosquillas por el vientre y consigo que se caiga encima de la cama.

— Vale ya estamos en paz. —digo.

Me tumbo de costado a su lado y nos quedamos mirándonos. Sus ojos verdes desprenden un brillo especial, y la luz de la habitación hace que el color se vea más vivo. Siempre me ha gustado su mirada.

— Casi me matas. —ríe.

— Exagerado. —me burlo— ¿Jugamos a algo?

Cam arquea una ceja.

— ¿A qué?

— A prueba y verdad, —propongo— pero sin prueba.

— ¿Entonces sólo preguntas?

— Sip. —asiento— Va, empiezas tú.

— Eh... —se detiene unos segundos para pensar— ¿cuál es la cosa más infantil que todavía haces?

— Dormir con peluches. —me sonrojo. Me da mucha vergüenza admitir eso— No te rías.

— Nah si yo a veces también lo hago eh. —explica— No es tan raro.

Tenemos tantas cosas en común que a veces asusta.

— ¿Verdad que no? Todos me juzgan por eso. Menos mal que alguien me entiende.

— Por algo somos mejores amigos. —sonríe— Te toca preguntar.

— ¿Cuál ha sido la primera vez que te has enamorado de alguien?

Noto que mi amigo se ruboriza en cuanto formulo esa pregunta. No es para tanto lo que dije ¿no?