Dear diary, - ✧byler✧ [terminada]

Día 60

Hoy es un día muy especial. Hoy se cumplen cuatro meses desde que besé a mi chico por primera vez aquella tarde de verano en el cine. El tiempo pasa volando... No me puedo creer que ya lleve más de ciento veinte días saliendo con Will Byers.

Y aqui estoy. Delante de su puerta.

Hemos quedado a las ocho para darnos nuestros regalos. Yo no podía quedar antes, tuve que trabajar en la peluquería... Espero que le guste mi regalo, aunque sea más cutre que el de la anterior vez.

Llamo a la puerta de casa de los Byers y mi chico me recibe enseguida con una gran sonrisa.

— Hola guapo. —me saluda, y se pone de puntillas para darme un pequeño beso en los labios.

— Feliz mesiversario, bichito. —sonrio.—Tengo algo para alguien....

Dejo a Will con la duda pero enseguida saco el gran ramo de flores rojas y una pequeña cinta que tenía tras la espalda. En ese instante mi chico dibuja una sonrisa aún más grande en su rostro.

— Aww, qué bien sabes que me gustan las flores. —dice sosteniendo el ramo.

Pues claro que lo sé. Will es muy básico para estás cosas. Pero no lo voy a decir en alto para no estropear el momento.

— Y bueno esto es un caset que he grabado con todas nuestras canciones. —aclaro dándole la cinta.— Sé que te gusta el rollo vintage y tal... Y bueno la última canción es una cover mía. Espero que te guste bb. —sonrio.

— Jo muchas gracias, de verdad. —y vuelve a plantearme otro beso en los labios.— Qué bien me conoces.

Vuelve a echarle un vistazo a las flores y al fin encuentra la pequeña tarjeta que he escrito.

— Vaya sonrisa más forzada tienes ahí. —bromea mi chico.

— No estaba sonriendo. Me moría de la vergüenza...

— Un poco si lo estás.

Tendríamos como doce años en esa foto y entre que no me gustaban las fotos y estaba al lado de Will... No sabía cómo posar.

— Y tú tan guapo como siempre.

— Yo con mi chaqueta fea, debería haberla quemado. Tú siempre sales bien en las fotos, no es justo.

— Creo que es al revés.

— Que nooo. —niega.

En el fondo sabe que llevo razón, nunca he sido fotogénico y nunca lo seré. Aunque bueno así es la vida... No saldré bien en las fotos pero tengo al mejor novio del planeta.

— Oye por cierto, ¿quieres ver mi sorpresa?

— ¡Claro! —se me había olvidado por un momento que yo también tenía un regalo.

Will deja el ramo y el caset en la mesita de la entrada y me toma la mano para llevarme hasta el comedor.

La mesa está preciosa, cubierta por un mantel blanco a juego con los platos y las servilletas. Cubiertos de plata y copas de cristal. Una pequeña maceta en el centro de la mesa y una vela para dar ambiente.