Dear diary, - ✧byler✧ [terminada]

Día 52

Esta tarde he salido con Ce, Max y Cam de compras para el baile del instituto. Es este viernes y todavía no tenemos nada, pensaba que sería más fácil y que compraríamos la primera prenda que viéramos pero no está siendo así.

Las chicas ya se han comprado su vestido. Max se ha decantado con uno azul claro y Once con uno rosa, no lo encontraron a la primera obviamente, antes de decidirse miraron por cinco tiendas antes. Fue una tortura. Ahora solo faltamos Cam y yo.

Justo antes de dejar que me vean me miro al espejo una última vez y como siempre, no hay nada que me guste de mi. Toda la ropa que me he probado me queda fatal, si es que cada día doy mas asco.
Esa es una de las razones por las que no me suele gustar ir de compras, nunca veo nada que me quede bien y me acabo desanimado más. ¿Por qué tengo que tener este cuerpo?

— ¿Y este qué tal? —pregunto saliendo del probador con el séptimo traje que me me he probado de la tienda. Ya me estoy empezando a cansar.

Las chicas me miran de arriba a abajo y deduzco que este si les ha gustado por fin, menos mal, no me quería probar más.

— Me encanta. —opina Max— Estás guapísimo.

— ¿Seguro? Yo lo veo igual que todos los demás...

— Que si, Will. Es perfecto. —mi hermana sonríe— Seguro que a Mike también le encanta.

De eso no estoy tan seguro.

— Bueeno... en cuanto a eso...

— Creo que me voy a comprar el último traje que me probé. —anuncia Cam saliendo del probador— Los veo todos iguales.

— ¿Verdad que si? —le doy la razón— Yo también decía eso.

— Hombres... —Max rueda los ojos.

Mi amigo y yo vamos a pagar y no ha sido tan caro como pensábamos, incluso nos ha sobrado dinero y todo. Tampoco tenía pensado gastar mucho en esto, no creo que lo use más de una vez a si que...

— Pues ya tenemos todo. —dice Max al salir de la tienda— Solo hemos tardado cinco horas.

— ¿Cinco? —miro el reloj y veo que tiene razón. Hemos venido aquí a las tres y ya son las ocho— ¿Tanto?

— Yo me lo pasé bien. —dice Ce.

— Y yo, no ha estado taan mal como pensaba. —añade el rubio.

¿Como que no ha estado tan mal? Ha sido una tortura.

— Ya tengo ganas de que sea viernes. —dice Once.

— Yo no lo sé, la verdad.

— ¿Tu no ibas a ir con Mike? —se interesa mi amigo.

— No lo sé, es todo muy confuso.

— ¿Pero no os habíais besado?

— Si, Ce... pero no me quiero hacer ilusiones a lo tonto.  ¿Y si para él solo fue un beso y nada más?

— Estoy segura de que no. —Once pone la mano sobre mi nombro y me dedica una pequeña sonrisa— Te quiere mucho.

— Eso pensaba pero ya no lo sé. Joder, duele estar así con él.

— ¿A qué te refieres? —Cameron me mira confuso.

— A todo, es... demasiado. —susupiro— Duele pensar que la persona que pensabas que estaba enamorada de ti, se va alejando poco a poco. ¿Sabéis? Desde que discutimos ya no es como antes, no hay rencor entre nosotros pero hay una tensión que madre mía, es insoportable.