Dear diary, - ✧byler✧ [terminada]

Día 73

— ¡Hola mamá! ¡Hola Holly! —exclamo al verlas en la pantalla de mi móvil.

Justo la videollamada nos ha pillado en mi habitación del hotel. Hasta después de comer seguimos estudiando los cuatro juntos... No tenemos ni un respiro.

Yo me levanto del colchón y me retiro un poco para no molestar a mis amigos.

— ¡Hola Mike! —se alegra mi madre al verme.— Vimos como ganasteis la prueba ayer en la tele. ¿A qué sí, Holly?

— Siii.

— ¡Y ya estáis entre los siete institutos clasificados! —aplauden.— Estamos muy orgullosas de tí.

Al escuchar esas palabras dibujo una inevitable sonrisa en mi rostro.

— Gracias. —digo sonrojado.— No está siendo nada fácil, pero estamos estudiando mucho.

Y menos mal porque las preguntas son súper complicadas. No sé si llegaremos al primer puesto pero yo creo que nos lo merecemos por tanto esfuerzo.

— ¿Qué tal todo por ahí? —me intereso.—¿Qué estáis haciendo?

— ¡Galletas de chocolate! —contesta mi hermana pequeña eufórica enseñándome la bandeja que han preparado.— Will nos dió la receta.

Al oír el nombre de mi chico se me ilumina la cara. Hacía tanto que no sabía nada de él...

— ¿Ha jugado mucho contigo estos días? —pregunto curioso.

— ¡¡Sí!! Y el otro día estuvo aquí y jugamos a las princesas.

— ¿En serio? ¡Qué divertido!

— Sí... Pero luego vino papá y se enfadó mucho con él, como siempre. L-le gritó mucho y le pegó...

Oigo como Holly sigue hablando pero yo he dejado de escuchar. Al mismo tiempo, noto como las miradas de mis amigos se clavan en mí.

— ¿Q-qué? —interrumpo a mí hermana.— Mamá, ¿es cierto lo que dice Holly?

— Mike hijo... —suspira con un tono algo triste.— Lo siento.

— ¿C-cómo que lo sientes? ¿Esto cuándo ha pasado?

— El... domingo.

— ¡¿El domingo?! ¿¿Y me entero ahora??

No doy crédito. Es increíble que hayan pasado ya casi cuatro días y no me haya enterado de algo tan grave.

— Lo siento, cariño. No sabía como decirtelo... Y no sabía si Will ya te lo había dicho, asi qué yo no–

— Mira, mamá. —vuelvo a interrumpir.— L-lo siento. Tengo que colgar. Adiós.

Y antes de que mi madre y Holly se despidan, dejo la videollamada.

Mis tres amigos siguen tan sorprendidos como yo y sin decir ni una palabra. Pero yo no pienso quedarme de brazos cruzados.

En ese momento me doy la vuelta y coloco mi mochila en el colchón. Voy metiendo las cosas esenciales en ella: dinero, comida, pasaporte, llaves...

— ¿Mike? —Dustin es el primero en romper el silencio.— Mike tío, ¿qué estas haciendo?

Yo no contesto y sigo metiendo cosas en mi mochila sin parar, hasta que la lleno del todo y me la coloco a la espalda.

— Mike, ¿dónde vas? —pregunta la pelirroja.

— No tengo tiempo para esto...

Por último agarro mi chaqueta y me la ato a la cintura.

— ¿En serio nos vas a dejar plantados? ¿Qué pasa con la Decathlon?