Capitulo 3

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POV. NATALIA

Era la hora del almuerzo. Fui con Sabela a la cafeteria y nos sentamos en una de las mesas.

-Sab, ¿puedes llevar a mis hermanos a mi casa cuando acaben las clases?

-Sí, claro, no hay problema pero diles que me esperen en las escaleras -dijo comiendo el último trozo de su bocadillo.

- Vale, yo les aviso -me miró- Respira, que vas a terminar ahogándote. ¿Tienes que irte a algún sitio?

- La verdad es que sí. La orientadora me ha citado para hablar de universidades -me informó.

- ¿Universidades? Pero si aún queda mucho para que nos graduemos -me miró y levantó los hombros.

- No queda tanto, tú también deberías pensar donde vas a ir al salir de aquí y que es lo que quieres hacer con tu vida -dijo como si fuera mi madre.

-Ya, no seas tan intensa. Ahora mismo lo único que quiero es que acabe este día de mierda e irme a mi casa, pero no puedo por culpa del castigo con la Reche. ¡Vaya! Parece que la invoco -dije cuando la vi entrar con su séquito de barbies por la puerta de la cafetería.

- Natalia, ¿Puedo preguntarte algo? -dijo mi amiga.

- Ya lo estás haciendo ¿no? -ella sonrió.

- No quiero que te lo tomes a mal.

- Venga Sabela, no des más vueltas y pregunta lo que quieras.

Me hacía gracia como mi mejor amiga siempre que quería preguntarme algo que creía que me enfadaría empezaba con un "¿Puedo preguntarte algo?".

-¿Qué te pasa con la Reche? -la miré con cara extraña.

- ¿Tú no tenías que ir a hablar con la orientadora de universidades? -dije para evitar contestarle.

- Hablo en serio, Natalia. ¿Qué te pasa con...? -miró hacia la mesa de Alba, quien reía con sus amigas.

- Sabela, ¿a qué viene esa pregunta? Sabes que no nos llevamos bien y ya está. Eso es lo único que pasa.

- Sé que no es tu persona favorita en el mundo pero Nat, hoy casi os pegáis en clase. ¿Qué te pasa? ¿Acaso eres tonta? -me dijo muy seria. Sabela era la única persona a la que dejaba que me hablara así- En serio ¿En qué piensas? Este mes ya te has peleado con ella unas veinte veces. El director está aburrido de castigaros. Sabes que te pueden quitar la beca si sigues así ¿no? ¿Es eso lo que quieres, Natalia? -estaba enfadada. Pocas veces la había visto enfadada.

Genial Natalia. Sabela, la chica que solo se enfada una vez al año, está enfadada. Y es por tu culpa.

- No, no es lo que quiero y tampoco sabía lo de la beca. Lo siento. Pero es ella la que empieza.

- No Natalia, no me vengas con esas... Ella empieza, tú terminas, ella termina y tú empiezas. Eso no importa, porque aunque odie admitirlo, la única perjudicada eres tú. Ella tiene dinero, ¿a quién crees que expulsaran antes, eh?

Era obvio que a mí.

-Vale, Sab dejemos el tema aquí, llegarás tarde a tu reunión.

- Lo siento por enfadarme, pero no soportaría graduarme sin mi mejor amiga. Tienes que controlarte más. Sé que no la soportas pero haz un esfuerzo -asentí, aunque dentro de mí sabía que por más que quisiera hacer ese esfuerzo por una cosa o por otra acabaría de los pelos con la Reche- Avisa a tus hermanos ¿sí? Y pórtate bien -me dio un golpe en el brazo y se fue.

Increíble, yo la hago enfadar y es ella la que me pide perdón.

Acabé de almorzar y aún quedaban quince minutos para que el descanso acabase así que decidí avisar a mis hermanos. Los busqué por la cafetería con la mirada cuando me topé con los ojos miel de Alba. Al darnos cuenta ambas agachamos la mirada.

Cuestión de tiempo | AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora