Cuestión de tiempo | Albalia

Capitulo 44

~~UN AÑO DESPUÉS~~

POV. ALBA

Llevaba ya un año viviendo en España. Decidí venirme aquí después de graduarme para dejar atrás un poco los demonios de Miami y alejarme de lo que me ocurrió. A mis padres les costó un poco pero al final cedieron gracias a mi insistencia y la recomendación de Capde que les dijo que cambiar de aires me vendría bien.

Vivía en casa de mis abuelos y la verdad me gustaba estar aquí. La universidad a la que iba no estaba mal. Empecé a estudiar filología hispánica e hice unos cuantos amigos.

No conseguí estar con nadie. No estaba preparada para una relación y tampoco es que buscara entrar en una. Sinceramente no sé si conseguí desenamorarme de Natalia pero si pensaba menos en ella. No sabía que era de su vida aunque he de confesar que había veces que stalkeaba sus redes sociales. No es que la buscara a propósito, era Julia que subía fotos junto a ella y la mencionaba. ¿Que iba a hacer yo? ¿No mirar?.

Seguía yendo al psicólogo aquí en Elche. Me encontraba mejor, pero tenía mis momentos de altibajos.

Mi padre venía dos o tres veces al mes a verme. Agarraba su jet e iba a casa de sus padres para pasar el fin de semana conmigo. Algunas veces también venían mi madre y Marina, pero no siempre.

Ohhh, sí. Se me olvidaba mencionar que también adopté una gatita a la que llamé Queen.

Después de casi trece meses aquí estaba empezando a echar de menos Miami.

Un martes de verano, mientras estaba en el comedor viendo videos en YouTube me llegó una llamada de Julia vía Skype.

- ¡¡Hey Juls!! -saludé cuando vi la imagen de mi mejor amiga.

- ¡¡Albaaaa!! -gritó

- ¿Quién es esa muchacha? -dijo mi abuela en español cuando escucho a Julia.

- Nada, abuela, una amiga -agarré el portátil y me metí en mi habitación para no molestar a mis abuelos que veían la novela.

Julia y yo nos pusimos al día de todo. Aunque hablábamos todas las semanas Julia siempre mostraba interés en cómo estaba yo, en cómo me encontraba, cual era mi estado de ánimo y esas cosas. Parecía mi segunda psicóloga. Después de darle un informe detallado de cómo había ido mi semana, me contó cómo le iban las cosas por nuestras tierras.

- ¿Y pensaste lo que te dije?.

- Sí, un poco, pero no me he decidido. No sé si estoy lista para volver de nuevo. Os echo mucho de menos y necesito teneros cerca, tanto a mis padres como a Marina y a ti, pero no sé...

- Venga, Alba. Ha pasado más de un año. Haz tus maletas y trae ese culazo a Miami -reí por lo que dijo.

- No estoy segura.

- ¡Vamos! Así estudiaras conmigo. Bueno no conmigo pero si podrías venir a la residencia y vivir ahí. Es divertido... Además podrías seguir tus estudios aquí. Seguro que esta universidad es mejor que a la que vas tú... Alba, por faa...

*************

Al final Julia y mi madre me convencieron de volver. Pasé un buen año en Elche, pero era momento de empezar de nuevo.

Y ahí estaba yo delante de la puerta que daba a mi nuevo hogar, mi nueva casa, mi nuevo comienzo. Una habitación que todavía no sabía cuán grande era, sólo sabía que tenía que compartirla con alguien. Eso me dijeron cuando me inscribí en la residencia.

La verdad es que estaba bastante bien. Estaba a diez minutos de la universidad andando y no tendría que venir desde mi casa que eran casi dos horas de trayecto en coche.