Capitulo 23

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POV. ALBA.

Pasamos un rato más viendo mis fotos hasta que llegamos a la última. Ella me devolvió el móvil y se puso a recoger un poco la habitación.

- Voy a bajar a dejar esto -dijo ella cogiendo la bandeja- Avisaré lo de la calefacción... Tú cámbiate y después vamos afuera.

- Vale.

Me vestí y cogí el gorro de Natalia que estaba encima de la silla. Me lo puse y me miré al espejo. No era mi estilo pero no me quedaba mal, es más me gustaba como quedaba.

- Que guapa -dijo al entrar.

Mierda me ha pillado.

- Perdón, toma -dije avergonzada quitándome su gorro.

- Póntelo si tienes frío, no me importa -dijo ofreciéndomelo.

- No hace falta, además te queda mejor a ti -después de ese momento de vergüenza nos pusimos los abrigos y salimos.

Natalia tenía razón había un montón de gente. Noté que eran de lengua hispana al chocar con un chico que se dirigió a mí en español.

Nos fuimos a la parte trasera del motel y nos sentamos en un banco que había por allí.

- ¿Hablas español de forma fluida o sólo las típicas frases de hola, lo siento,...? -me preguntó la morena.

- Fluido ¿por?

- No, por nada, no lo sabía.

- ¿Trabajas en mi casa y no sabes que hablamos español?

- Sabía que tus padres sí que lo hablaban pero no sabía que tú y tu hermana lo hacíais.

- Sí, mis padres han intentado no perder las raíces de donde venimos.

- Comprendo. Dime algo en español.

- ¿El qué?

- No sé, algo.

- ¿Qué quieres que te diga en español? -dije en ese mismo idioma- ¿Te sirve?

Iba a responderme algo pero el llanto de un niño nos distrajo. Nos giramos a él y oímos que llamaba a su madre. "Mamá, mamá" decía llorando. Lo decía en español o sea que una de las huéspedes hispanas que estaba en el motel tendría que ser su madre.

- ¿No encuentras a tu mamá? -dijo Natalia cuando nos acercamos a él- ¿Está en el motel? -el niño levantó los hombros- Tranquilo, ¿Cómo te llamas?

- Oscar -el niño respondió bajito.

- Oscar, que nombre más bonito. Yo soy Natalia.

Vale, eso no me lo esperaba. Natalia también hablaba español. He de confesar que me quedé un poco embobada. No sabía que hacer, yo sólo la miraba.

- ¿Qué hacemos? -se dirigió a mí.

Casi me desmayo. Si me pongo nerviosa con la voz de esta chica cuando se dirige a mi en inglés si lo hace con ese acento tan sexy... ¿Cómo puede tener una voz tan seductora?

- Hey Alba.

- ¿Qué? -dije saliendo del trance.

- Que qué hacemos -repitió.

- No sé, preguntémosle como es su madre y después vamos a buscarla.

- Vale. Oscar ven -se agachó a la altura del pequeño- ¿Cómo es tu mamá? -el niño nos miro con cara de no entender.

Cuestión de tiempo | AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora