POV. ALBA- Chicas ¿Qué hacéis...? ¿¡Alba!? -oímos la voz de mi padre, nos separamos asustadas- ¡¿Qué está pasando aquí?!
- Papá yo... -no sabía qué decir porque la verdad estaba todo bastante claro con lo que había visto.
- Ha sido culpa mía -intervino Natalia- Estábamos discutiendo y para enfadarla más la besé -yo negué con la cabeza- Sí, pasó así.
- ¿Forzaste a mi hija para que te besara? -dijo enfadado. Natalia iba a hablar pero me adelanté.
- No, papá, no me ha obligado a nada. Nos estábamos besando porque... -respiré hondo- porque Natalia es mi novia -me abracé al brazo de Natalia y mi padre se quedó callado- ¿Papá has oído lo que he dicho?
- Alba, vete -dijo con tono serio.
- ¿Qué? -pregunté bajito.
- Alba, vete al comedor y déjame solo con Natalia. Tengo que hablar con ella.
- ¡No! -me opuse.
- Alba, fuera, ya. Y tú, a mi despacho -dijo refiriéndose a Natalia. La miré y me asintió.
Salí de allí. Me senté en una de las sillas apartada de cualquier conversación que hubiera en el comedor y miraba mis manos nerviosa.
¿Qué le estará diciendo? Me tenía que haber quedado.
Me mataba pensar que podría estar pasando en ese despacho.
Mi padre salió de su oficina y se sentó junto a mi madre como si nada hubiera pasado. Me miró y fruncí el ceño; en su cara no se mostraba ningún sentimiento, ni bueno, ni malo.
Me levanté y fui a buscar a Natalia, la encontré parada delante de la puerta del despacho de mi padre.
- Nat -dije y nos abrazamos.
Después de unos segundos me separó de ella y me tendió un papel partido en dos- ¿Qué es esto?
*******
POV. NATALIACaminaba detrás de Miguel Ángel con la cabeza alta, no tenía que avergonzarme de lo que había hecho. Entré a su despacho y me quedé de pie frente a la mesa. Cuando cerró la puerta fue hacia su escritorio y cogió algo. El silencio inundaba la habitación.
- Miguel Ángel, yo... -me interrumpió.
- No me expliques nada ¿Cuánto quieres por dejar a mi hija? -dijo.
Me paralicé.
- ¿Perdón? -fue lo único que pude decir.
- ¿Eres fotógrafa, no? Te pagaré todo lo que cueste un equipo nuevo -no hablé- ¿Te parece poco? Entonces dime una cifra y deja a Alba -un nudo se me formó en la garganta.
- ¿Estás intentando sobornarme?
- Tómalo como quieras... ¿Cuánto quieres?
- No -dije pero no me escuchó ya que las palabras salían inaudibles de mi boca.
- Me parece que esto será suficiente -escribió sobre el talonario que tenía en las manos. Arrancó el cheque y me lo dió.
No había visto tantos ceros juntos en mi vida.
El padre de mi novia salió y yo me quedé mirando el papel teniendo muy claro lo que iba a hacer con él.
Salí de la habitación y me quedé delante de la puerta. Partí el cheque en dos con toda la fuerza del mundo; nadie me volvería a obligar o amenazarme para que dejara a Alba nunca más.
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Cuestión de tiempo | Albalia
SonstigesAlba Reche y Natalia Lacunza se odian. ¿El motivo? Demasiadas diferencias entre ambas... diferente clase social, diferente manera de pensar, diferente la manera que tienen de mirar el mundo, diferente prioridades en la vida, diferente circulo de a...