Cuestión de tiempo | Albalia

Capitulo 47

POV. ALBA

Era una noche como otra cualquiera en la universidad y a mis compañeras de habitación no se les ocurrió otra idea mejor que ver una película de miedo.

- Yo no quiero verla -me quejé.

- Pues cierras los ojos -contestó Julia.

- Pfff -me senté en la cama al lado de Noelia.

- Vale, ¿preparadas? -dijo Natalia.

- No -la interrumpí. Ella me sonrió.

- Empieza -dijo haciendo caso omiso de mi comentario y apagando las luces.

La película empezó. Me daba entre miedo y asco. Yo me tapaba con la almohada la cara cada cinco segundos y preguntaba qué pasaba en la pantalla. Mis amigas en cambio no apartaban la vista del televisor, Julia incluso se reía.

¿Cómo se puede reír viendo una película de miedo? Que alguien me explique. 

Cuando ya la película estaba más avanzada, recibí una llamada de Alex. El sonido de la melodía estaba al máximo cosa que hizo gritar del susto a las chicas.

Ellas me estaban haciendo ver esa película así que me alegré de que se hubieran asustado por mi culpa. Sí, soy algo vengativa.

Lo único bueno que tuvo ver esa película fue cuando Natalia y Noelia intercambiaron los sitios. Natalia una de las veces entrelazó nuestras manos y se puso a jugar con mis dedos aunque se reía de mí cada vez que me asustaba.

Por fin acabó la dichosa película de la cual solo acabé viendo como unos veinte minutos. La otra hora restante de película me la pasé o con los ojos cerrados o debajo del cojín.

Las chicas estuvieron un rato comentándola y después cada una se puso a hacer sus cosas. A mí me entró hambre y quería ir a la máquina expendedora a por algo de comer pero no quería ir sola.
  
 
POV. NATALIA.

Estaba en el ordenador mirando cosas de Twitter mientras oía a Alba.

- Juls acompáñame a comprar galletas -Julia se negó- Noelia acompáñame tú -esta se fue a su cama la abrazó- Por favor -suplicaba.

- Luego -dijo para deshacerse de ella.

- No, ahora -se giró a Sabela- Sab, por faa.

- En diez minutos vamos -utilizó la misma táctica que Noelia.

Y ahora me tocaba a mi. Obvio le iba a decir que sí, no sólo porque la pobre tuvo que ver la película y lo pasó francamente mal, sino también porque quería estar a solas con ella.

- Nataliaaaa -dijo con un tono adorable.

- ¿Qué? -dije como si no supiera que me iba a preguntar.

- Acompáñame a la sala, porfii -me abrazó. Al igual que a Noelia. Me levanté de la silla y la vi sonreír.

- Sólo porque yo también tengo hambre -mentí- Ahora volvemos.

Salimos de la habitación y recorrimos los desiertos pasillos que había hasta la sala.

- Qué, ¿tenías miedo de ir tú sola, pequeña?

A decir verdad daba un poco de miedo. Todo tan silencioso y tan desierto...

- Sí -me confesó e hizo un puchero.

No hagas eso.

- ¿Qué piensas, que va a venir un loco maníaco por detrás y nos va a matar o algo por el estilo? -la asusté.