Capitulo 36

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POV. ALBA

Estaba terminando de hacer un trabajo cuando me llegó un mensaje.
 
 
*Natalia*

Te veo en dos horas en la biblioteca
 
 
Supongo que se habría aburrido de estudiar.

Como decía el mensaje, a las dos horas salí de mi casa y fui a encontrarme con Natalia. Subí las polvorientas escaleras del lugar abandonado y la vi de espaldas ojeando una de las pocas estanterías que seguían en pie.

Llevábamos más de 4 meses encontrándonos secretamente pero para mí todavía era un poco incómodo el momento del principio; casi nunca daba el primer paso. Al contrario que ella, a mí me daba vergüenza todavía saludarla y al segundo empezar a besarnos como si no hubiese un mañana.

- Hey, Nat -le sonreí pero lo único que obtuve de ella fue una cara seria- ¿Ya te has aburrido de estudiar? -me acerqué a ella quedando a unos centímetros pero tampoco obtuve respuesta- Vale, hoy quieres hablar poco -dije riendo. Me acerqué a besarla pero antes de que atrapara sus labios me separó bruscamente de ella.

Intenté preguntarle por qué razón lo había hecho o que le ocurría pero las palabras que me dijo me dejaron sin saber que decir.

- No quiero volver a verte -dijo seria.

- ¿Qué? -logré decir.

- Reche, esto se terminó.

No es como si estuviera rompiendo una relación de años pero sus palabras me hirieron en lo más profundo de mi corazón. No entendía nada. A lo mejor sólo estaba bromeando pero se veía demasiado sincera.

- ¿Te encariñaste conmigo, Reche? -dijo con tono soberbio soltando una risa. Yo seguía callada- Pobre, ¿te enamoraste de mí? ¿Te rompí el corazón?

Pues sí. Por el dolor que estaba sintiendo después de cada palabra sé que lo hice.

Me armé de valor para hablar.

- No... -es lo único que logré decir. Iba a decirme algo de nuevo pero la callé- ...No te creo. Tú... no... tú no quieres terminar esto -rió.

- Mira, estúpida, entiende que esto acaba aquí. Ya conseguí lo que quería.

- ¿Qué?

- ¿Sabes? Ahora que he logrado mi objetivo no veo razón para que no lo sepas -dijo con aires de superioridad- La primera vez que te tuve en la cama me puse el reto de que hasta que no te entregases a mí completamente no pararía. Quería que vivieras con la vergüenza de ello y lo logre. Y ya me aburrí de to... -estrellé mi mano contra su mejilla y soltó una risa burlona- ¿Pensabas que sentía algo por ti? No, no significas nada, no vales nada y menos en la cama. Ni siquiera eres buena, eres patética por creer que alguien como tú podrías llegar a gustarme. Te odio, te tengo más asco que antes porque he podido ver que no eres más que una cualquiera. Sigo pensando lo mismo, que eres una estúpida niñata rica que se cree que puede tener todo lo que quiere y que todos van detrás suya, pero Reche esta vez te gané yo. Así aprenderás que con Natalia Lacunza nadie se mete.

- Yo no te he hecho nada -dije con lágrimas en mis ojos.

- Llevas 5 años jodiéndome la existencia con tu mera presencia. Y ahora vete, no quiero volver a hablar contigo nunca más en mi vida. Quiero que estas dos semanas que quedan de instituto me ignores y que te olvides de que existo para el resto de tu miserable vida.

- ¿Eso es lo que quieres? -le pregunté esperando que todo esto fuese mentira.

- Ya me has oído ¿o quieres que te lo repita? -dijo con soberbia.

Cuestión de tiempo | AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora