Cuestión de tiempo | Albalia

Capitulo 37

~~SEMANAS DESPUÉS~~

POV. ALBA

Quedaban dos días para que acabara el curso. Ya había terminado los exámenes y he de decir que no me fue tan mal. Incluso aprobé matemáticas, con la nota mínima pero aprobé, y estaba contenta por ello.

Estaba en mi habitación escuchando música, música triste que me hacía recordar aquella chica que no debía recordar.

No entiendo por qué las personas se ponen música triste cuando están mal para ponerse peor. Es como estar alimentando más tu sufrimiento, y yo hacía lo mismo.

- ¡Alba! -alguien me tocó el brazo.

- ¿Joan? -dije cuando abrí los ojos haciendo que mis pensamientos se detuvieran- ¿Qué haces aquí? -pregunté confundida al verlo.

- Tu madre me dejó pasar -me senté en la cama- Venía a ver como estabas, a ver si querías salir por ahí.

- No, no tengo ganas de salir.

- ¿Qué te está pasando? Llevas como dos semanas rara...

Me acordé de como Natalia me humilló en la biblioteca.

- No me pasa nada, cosas mías...

- Pero estás decaida, se te nota que estás triste ¿Qué te pasa? Confía en mí, somos amigos -me levanté de la cama y fui hacia mi escritorio para no seguir hablando del tema. Empecé a rebuscar entre papeles como si buscara algo importante- Te enamoraste de ella ¿no es así? -me giré rápidamente ante su pregunta.

- ¿Qué?

- Contéstame por favor -no contesté, y quien calla otorga- ¿Por qué ella? -me encogí de hombros y noté como mis ojos se llenaban de lágrimas. Joan vino hacia mí y me abrazó. Creo que fue la primera vez que me abrazó sinceramente, como un amigo, no para aprovecharse de mí.

Nos sentamos en la cama.

- ¿Cómo lo supiste?

- Os ví un día en el pasillo. Se os veía bastante... pegadas, y la manera en que os mirabais.. -agaché la cabeza avergonzada- Eh, no te avergüences. Es más, te doy las gracias por esa imagen tan sexy de besarte con una chica, aunque fuera Lacunza.

- Que cerdo eres -le empujé y se rió.

- ¡Hey! Era broma -rió.

- Pensé que no te gustaban los gays, tanto chicas como chicos, por la forma en que tratas a... -no podía ni nombrarla y Joan pareció notarlo.

- No, apoyo a los gays, de verdad. Es sólo que ella no la aguanto como persona, por eso la trato así... Pero no me contestaste, ¿por qué justo Lacunza?

- Porque soy una estúpida, por eso... Pero ya da igual sólo me usó, me utilizó. Consiguió lo que quería y ya.

- No sé que decirte...

- No hace falta que digas nada pero ,por favor, no lo cuentes -le pedí.

- Hace tiempo que lo sé y nunca dije nada, y eso va a seguir así -le regalé una sonrisa- Alba, tú sabes que yo te quiero mucho, no haría nada para hacerte daño -lo abracé- Es un alivio pensar que no toda la culpa es mía -lo miré extrañada- El que no quisieras estar conmigo -rió- Ahora te gustan las chicas.

- Pues la verdad no lo sé, pero te digo que si no estoy contigo es porque eres mi amigo y no te veo de otra forma.

- ¡Auch! Condenado a la friendzone -reímos- pero eso puede cambiar. Antes odiabas a Lacunza y ahora no. O sea, conmigo puede pasar lo mismo.