Cuestión de tiempo | Albalia

Capitulo 38

POV. ALBA

Era la última clase del día, la clase de español. Me gustaba esa clase. A la profesora la conocía muy bien y sabía cómo sacar la mejor nota sin tener que esforzarme mucho.

- Bien, alumnos siéntense por parejas. Tendrán que hacer un trabajo en grupo -dijo en español.

Me levanté para sentarme con Johnny pero él ya se había sentado con África. Me di la vuelta y fui otra vez a mi asiento.

¿Por qué Johnny se habría sentado con Áfri y no conmigo? A mí se me daba mucho mejor el español y además era su novia, debería ser yo su primera opción.

Oí que me llamaban. Me giré y vi que Julia se dirigía a mí.

- Hola ¿quieres ser mi...? -dijo en español un poco entendible- ¿Cómo se dice compañera?

Le respondí como se decía y acepté ser su compañera de trabajo.

- Bien, tendré un notable en español al fin -me reí por su comentario.

Sabía que con Julia las cosas no acabaron muy bien pero estaba intentando enmendar mis errores y hacer lo que ella misma me dijo una vez; hacer lo que yo quisiera sin importarme lo que dijeran los demás. Y estaba trabajando realmente duro para conseguirlo. Ese trabajo podría ayudarme a arreglar las cosas con ella, o por lo menos eso intentaría.

Estuvimos todo lo que restó de clase planeando cómo iba a ser nuestro trabajo, que consistía en hacer una redacción sobre algún tema y después exponerlo delante de toda la clase.

- ¿Y si lo hacemos de la historia de España? -propuso.

- Piensa que tú tienes que hablar sobre ello ¿podrías estar 10 minutos hablando en español sobre historia? -Julia se quedó pensando.

- Mejor elijo un tema más fácil.

- Será lo mejor -reí- ¿Y si lo hacemos de este instituto? -dije. Julia me miró confundida- Es más sencillo contar la historia de este instituto, quien lo fundó, como ha ido evolucionando... todo eso.

- Vale, después vamos a la biblioteca. Supongo que ahí habrá algo para sacar información.

Cuando terminó la clase nos dirigimos a la biblioteca, ni siquiera me despedí de Johnny. Cogimos unos cuantos anuarios antiguos y salimos.

- Mmm ¿nos vemos esta tarde? -me dijo.

- Sí, claro, ¿a las 4 está bien?

- Sí -y nos despedimos.

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Llegaron las 4 y allí estaba yo, delante de la puerta de Julia, esperando a que alguien me abriese la puerta.

Una señora, con pelo rizado y corto me abrió y supuse que era la madre de Julia.

- Hola, soy...

- ¡Alba! Pasa, pasa. Julia te espera ¡¡Julia!! -gritó.

- ¡YA VOY!

Julia apareció sosteniendo a un pequeño de las dos manos. El pequeño andaba torpemente y corrió hacia la señora Medina.

- Hola -me saludó Julia.

- Hola.

Ella le entregó a su madre el pequeño y se giró hacia mí.

- Vamos a mi habitación.

- Si necesitáis cualquier cosa avisarme, estaré en la sala.

- Sí, mamá.