27 | Con el mismo propósito.

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El nombre de la chica no es muy común, sin embargo, es muy lindo. Caitlín se limita a sentarse a mi lado mientras yo termino mi comida, es un gesto que lleva a muchos recuerdos, Laura solía quedarse conmigo mientras comía.

—Te veo muy hambriento... —dice. Quizá sea porque no me despego por nada del mundo de la taza— y algo bajo de peso. ¿Tus dueños no te alimentan bien?

No creo que los padres de Laura hayan olvidado un solo día en tratar de alimentarme, más bien yo rechazaba cada una de sus formas de hacerlo. De hecho, ahora que lo pienso, deben de estar muy preocupados por mi desaparición.

Chester no se equivocaba en su suposición. Al momento en que él se dispuso a echar a correr detrás de la pelota de hule y quedar atrapado en el camión de mudanza, los niños: Daniel y Sebastian, junto a su madre, acudieron hasta la casa de Laura que prontamente iba a estar en venta, debido a que sus padres no podrán ocuparse de ella; decidieron llevarse lo esencial: empezando desde Chester aunque les fuese difícil arrastrarlo al aeropuerto, ya que es una parte importante que les trae buenos recuerdos de su hija. Pero, al parecer, deberán esperar más tiempo.

Los vecinos le informaron a Margot que Chester se había ido tras la pelota y que no había regresado. Todos se fueron a buscarlo, pero no había ni rastro de la pelota, ni del personaje peludo. La mujer, preocupada, contactó a su esposo que estaba de compras en el supermercado; al éste llegar, se comprometieron en una pronta búsqueda por toda la zona. E incluso llamaron al CMV para saber si éste se atrevió a encaminarse hasta allá, pero nadie le dio una respuesta esperada a los padres de Laura. Sus vecinos y los del CMV, se comprometieron a ayudarle con la búsqueda al día siguiente con carteles y demás formas de encontrarle.

HASTA EL FINAL DEL CAMINO © [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora