06 | Acampando buenos recuerdos.

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–– ¡Son increíbles! ––Exclamé, mientras siento como un volcán estalla de efusividad en mi interior–– Lo olvidé... ––un sollozo se traba en mí, limitando mis palabras–– Lo olvidé, por completo. No entiendo cómo, pero están aquí.

–– ¡Ven aquí, mi pequeña! ––Exclama mi padre al acercarse hasta mí con sus brazos extendidos. Tras corresponder su gesto, deposita un cálido beso en mi frente.

Chester se acerca hasta nosotros moviendo su cola, luego se levanta sobre sus dos patas traseras; posando sus otras dos sobre mí, así, libero mi brazo izquierdo para rodearlo y unirlo a nuestro abrazo. Acto que hizo que mamá, mi novio, y los demás chicos, se unieran a éste.

–– ¡Abrazo, abrazo! ––Exclama Carlos en un tono aniñado y dulce.

–– Oigan... ––Traté de emitir, algo sofocada–– Esto es hermoso, pero ¡necesito aire! ––Exclamé.

Luego de que ellos se separaron de mí, trate tomar el aire suficiente. Chester aún se quedó a mi lado con una gran sonrisa instalada en su boca. Casi parecía que estaba al tanto de lo que sucediera y querría celebrarlo con todas sus ansias perrunas.

–– Muchas gracias, fortachón. ––Mencione, tras agazaparme sobre mis rodillas para darle un fuerte y rápido abrazo.

Me quedé muy atenta en mi canino, al igual que él; sentía esa mirada algo peculiar puesta en mí, muy dócilmente, además de las otras. Sé que Chester trata de transmitir algo más allá que eso, él logra dedicarse a la posible diversión, anclándome en fuertes risas. Desde que me encontré con él en la estación, todo en mí se ha transmutado a más momentos de alegría. Por un momento, éste se distrae, mirando hasta donde están las mascotas de los chicos, así que se dirige hacia ellos. Dejo mi mirada puesta en ellos por un rato. Se lleva muy bien con ellos, especialmente juguetea mucho con Lisa, la Terranova de mi mejor amiga.

Charlie estaba esperando que le mirase, así, pues lo hice. Me sonrió al verme tan dedicada a Chester. Así que me levanto para dedicarle algo de tiempo. Él, súbitamente toma una caja del suelo, me detengo algo extrañada, era un obsequio; él tras incorporarse, se dirige hasta mí.

–– Feliz cumpleaños, Lau ––Menciona en un susurro, provocando que le dé un abrazo.

–– Gracias, gracias ––Murmuré-- ¿Puedes creer que lo he olvidado?

–– Yo tampoco lo creí ––Menciona–– hasta ahora ––Se separa de mí para luego depositar un casto y deleitoso beso en mis labios–– No quiero interrumpir esta caramelizada escena, Charlie. ––Comenta Sarah, tras guiñarme un ojo–– Voy robarte a Laura por un buen rato –– Increpo, halándome de un brazo.

Charlie frunce su entrecejo, y por la debida confusión, agrega: –– Pero... ¿Qué haces? Espera.

–– Tú... ––Sarah, tras detenerse, apunta con su dedo índice; provocando que él frene repentinamente y alzando sus palmas–– ¡te quedas allí! ––Exclama, sosteniendo su mirada, imponiendo una severa batalla entre ellos, y forzosamente, tratando de refulgir al oponente.

–– Está bien, tú ganas. ––El chico se muestra rendido.

La pelirroja muestra una sonrisa victoriosa, logrando nutrir cada fibra de su ego. Luego me lleva hasta uno de los sofás, y una vez sentadas, me da un fortificante abrazo; que fue correspondido de misma magnitud.

–– ¡Cuánto tiempo, Lau! ––Agrega, figurando una sonrisa que marca perfectamente sus hoyuelos-- ¡Felicidades! --Exclama, tras apretar mis mejillas.

–– ¡Auch! ––Me quejé, frotando mis mejillas–– Gracias... ––Agregué, en un tono de niña consentida.

–– ¡Ups, lo siento! No supe medir mi fuerza ––Menciona, tras observar sus dedos como si de un enigma se tratase. Luego me regala un rápido abrazo.

HASTA EL FINAL DEL CAMINO © [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora