17 | No hay paseo, ¡Revivamos los recuerdos!

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Sangraba, y no paraba.

Con el pañuelo, tapó la parte superior de su nariz. Para que, en caso de que estornude fuerte, no nos rocíe de sangre.

Me voy por mi segunda opción, su fosa nasal derecha.

–– Traten de sujetarla fuerte, sin miedo. No le sucederá nada con ello ––dije a mis padres.

Lo último, lo pensé porque quizá a ellos les dé algo de sentimiento tratar de sostenerla con mucha fuerza, en especial mi madre.

–– Esta bien ––a mi madre se le aprecian los nervios en su tono de voz. Pues no ha dicho nada, y ahora con el sangrado, menos emitirá un sonido. Amenos que yo me le dirija.

–– Voy a intentar con su fosa derecha ––notifico. Al instante, introduzco el tubo de plástico transparente, que estaba algo manchado de sangre, allí.

Es igual de costoso como mis intentos anteriores. Pero, ya llevo mayor parte introducida y nada grave a sucedido. De la misma forma en que iba, algo me impide seguir avanzado, y no era Heart.

– Es como lo sospeche ––comente––. Hay algo atorado allí ––a pesar de lo que fuese, transmití algo de emoción, por llegar a éste punto sin que ella ejerciera fuerzas. Lo que a mi padre le hace fruncir su entrecejo.

–– ¿Significa? ––curiosea. Ajeno a mi conjetura.

–– Podemos solucionarlo. Solo necesito un balde con agua ––dije. Así, mi padre se dirige a buscarlo.

Como sospeche, en su esófago reside algún obstáculo, lo que le ha ocasionado no querer comer. Estar acostada tanto tiempo. Tener cólicos, y demás cosas por las que esto les repercutía.

En éste momento preciso, necesito el agua para poder bombear dicho líquido por el tubo y así remover cualquier cosa que tenga allí atascada para llegar al estómago.

Papá no tardó mucho en traer el balde, pues había un grifo justo en el almacén, que está alado del cercado, donde pasa una corriente de agua.

–– Aquí está ––dice, mientras coloca el balde en el suelo, justo cerca de mí.

Por alguna u otra razón, en mente me corrió algún pensamiento, y que mis padres han sido un buen equipo de trabajo para lograr sanar a Heart. Chester también se alojó aquí, ahora que le observo y me cae otra vez de sorpresa.

Está sostenido sobre sus patas traseras. Erguido como cualquier humano, y con las delanteras se apoya del lomo de la yegua. Tratando de hacer lo que hacen mis padres, supongo. Solo con un propósito tan solidario como éste.

–– Necesito que coloques la bomba dentro del balde ––le dije a mi madre, aún con todos mis pensamientos sumados al momento, para liberarla de los nervios––. Sostén tú a la yegua, pa ––me dirigí a él, pues necesito, ahora más, que le sostenga porque tiene éste tubo dentro de su nariz.

Mi madre, al tener las manos libres ––algo temblorosas––, toma la pequeña bomba de mi neceser e inmediatamente la coloca en el agua.

Sé que ella trata de no emitir alguna palabra o sonido de disgusto porque alguien más necesita de su ayuda, y sé que ella es capaz de pasar por esto, e incluso más, porque algún ser en ésta tierra se zafe del dolor. Tampoco lo hace para no dejarnos abandonados a mi padre, Chester y a mí. Pero, realmente reconozco algún indicio que la delate, aunque me quedo callada con respecto a eso, porque aunque le diga que estará todo bien en caso de que no quiera estar, ella se niega. Es un ser totalmente entregado a quien la necesite, y nadie puede impedírselo, solo la vida.

HASTA EL FINAL DEL CAMINO © [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora