𝑪𝒂𝒑 58 "𝑬𝒍 𝒊𝒎𝒑𝒂𝒄𝒕𝒐 𝒅𝒆 𝒖𝒏 𝒂𝒅𝒊ó𝒔"

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Esa frase...

Esa frase de tres palabras fueron las que me regresaron la fresca respiración que no tomaba hace tanto tiempo.

Rose estaba ahí... Ella prácticamente estaba gritando que no podía perderme frente a un montón de personas desconocidas.

Todos los demás presentes parecían estatuas observando la mejor escena de película de sus vidas, y la más sorprendente también.

Ella me gritaba, pero un doloroso y fuerte pitido me azotó el oído, escuchando sus palabras como si fuesen mensajes borrosos que no podía comprender.

Mierda, no puedes desmayarte, no ahora. Me repetí.

Como si fuese la una única escapatoria, corrí hacia ella. No podía distinguir del todo el principio y el fin de cada escalón, pero me importaba una mierda. Ella estaba ahí y yo solo quería tocarla.

Rose me sonrió, volví a suspirar enamorado frente a ella.

En cuanto estuvimos frente a frente no lo dudé. Coloqué mis manos sobre sus mejillas y volví a detallar por millonésima vez, los preciosos redondeles color miel de sus ojos, como si fuera la primera vez. Tomé sus labios, los cuales encajaban como el más perfecto rompecabezas junto a los míos.

Sus labios seguían igual de dulces y suaves como el primer día, jamás habían dejado de serlos. La besé con tanta ternura como anhelaba hacerlo durante todo este tiempo en el que su tacto se volvía una poderosa arma que necesitaba poseer para protegerme y sentirme completo.

Ella sonrió, con los ojos empapados en lágrimas que dejaban vidriosas sus pupilas.

Colocó sus manos sobre mis antebrazos y suspiró juntando nuestras frentes.

Cerró los ojos, yo también lo hice.

-Estás aquí.- Susurré apenas, sin poder creerlo todavía.-

Rose: Por supuesto que estoy aquí... ¿De verdad creíste que te librarías de mi tan fácil? Pequeño idiota.- Sentí su preciosa sonrisa aplastar suavemente mi nariz, y volví a ruborizarme.-

Kwan: ¡¿Qué mierda está haciendo ella aquí?!.- Gritó. El cuerpo me tembló.-

Rose: Tenemos que salir de aquí.-Susurró. Abrí los ojos y la observé con miedo.-

-Pero nos seguirá... Si él llegase a hacerte algo...- Tragué duro.- No lo soportaría.- Sentí mis ojos volverse a llenar de lágrimas.-

Rose: Ya me encargué de eso antes de venir. Ahora, solo espero que no tengas que despedirte de alguien porque no tenemos tiempo...-

Kwan: ¡Ustedes!-Señaló a un par de hombres en traje.- ¡Sepárenlos ahora mismo y saquen a esa intrusa de aquí!.-

Rose: Corre.- Soltó girándose.-

Me retuve allí mismo... Todo parecía rondar en una tortuosa cámara lenta, en la que tenía mis últimos fragmentos de segundos para rebobinar todo y despedirme de quien lo necesitase.

Mi mirada se volteó. Sun Hee me sonreía mientras con sus ojos me gritaba "¡Corre, ve y sigue tus sueños!. Yo sí lo hubiese querido".

Sonreí, ella inmediatamente se sorprendió, pero en el momento en que me devolvió la sonrisa, aquello solo logró que el pecho me subiera y me bajara con mucha más intensidad.

Mis ojos fueron a parar en el altar, en la mujer de vestido blanco con un anillo en la mano, y el otro perdido en algún rincón desconocido del suelo.

El corazón se me detuvo.

Mi-Suk estaba llorando en silencio. Tenía una mano por encima de su pecho, como si intentara resguardar las pocas sobras de lo que un corazón hecho trizas había dejado.

𝑻𝒂𝒓𝒅𝒆 𝒐 𝑻𝒆𝒎𝒑𝒓𝒂𝒏𝒐 (𝑹𝒐𝒔𝒆𝒌𝒐𝒐𝒌)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora