𝑻𝒂𝒓𝒅𝒆 𝒐 𝑻𝒆𝒎𝒑𝒓𝒂𝒏𝒐 (𝑹𝒐𝒔𝒆𝒌𝒐𝒐𝒌)

★ꫀ᥊𝕥𝕣ꪖ★

Pedida de mano💍💎💋

⚠️Narración: Omnisciente⚠️

La pequeña brisa se colaba por los dorados cabellos de Rose. Sus ojos se mantenían cerrados mientras que sentía la suavidad con la que el viento soplaba por sobre sus labios rosados.

Jungkook la observaba desde su costado. El precioso paisaje que le brindaba el punto en el que el cielo celeste conectaba con el azulado mar frente a ellos, no era nada a comparación de la preciosa vista de su novia relajándose ante la ferviente y hambrienta luz del sol.

Jungkook y Rose habían cumplido dos años de noviazgo, dos años en los que su amor no había sido nada más que una fuerte y poderosa arma que había logrado derribar todas y cada una de las barreras que se habían presentado frente a ellos.

Y pensar que pronto se tendría que acostumbrar a ver un nuevo individuo con el parecido de ambos...

Rose estaba embarazada y ya llevaba cuatro meses de estado.

Dos meses antes de que realizaran la ecografía de su bebé y él se asegurara de que se trataba de un Kookie junior, había pasado varias noches sin dormir pensando en cuál sería el deseo que Rose le concedería.

Tuvo muchos deslices, pero ninguna idea terminaba por convencerle. Aquél día en el hospital se le había ocurrido quizá pedirle alguna que otra nueva colección de la saga de Marvel.

Jungkook rió de solo recordarlo.

Él se había negado rotundamente a la idea, a pesar de que amara a los superhéroes, quería pedirle algo que haría a ambos muy felíces, porque para él, la felicidad de Rose es lo primero, la suya irá después.

Y eso fue lo que lo llevó a comprar dos boletos para un viaje en el país natal de Rose, donde se había criado y había conocido lo que era una familia.

Rose se sentía nostálgica. La fragancia del aire fresco que brotaba de los árboles de Australia, adornada de un hermoso y frutal olor que rodeaba a toda la ciudad envolvía al ambiente en uno cálido y fácil de adaptarse, y esa era una de las tantas cosas que ella amaba de su país.

Pero ese no era el deseo de Jungkook, a pesar de que Rose lo creyera.

La rubia descansaba sobre una reposera del mismo color que su bikini rojo escarlata.

Jungkook pronto se ahogaría en su propia baba.

No podía dejar de mirarla, Rose era simple y sencillamente hermosa. Aún se sentía nervioso sobre lo que le tenía planeado, pero nada sería más importante que aquél momento en sus vidas.

Rose abrió los ojos en cuanto sintió que la observaban demasiado. Sonrió enseguida.

Rose: ¿Qué haces?.- Preguntó mientras se sentaba en la reposera.-

Jungkook: Me encantas. ¿Ya te lo he dicho?.-El azabache sonrió mientras se acomodaba a su costado en la misma reposera.-

Rose: Sí. Pero me encanta escucharte decirlo. ¿Ya te lo he dicho?.-Sonrió abrazando las caderas de su novio.-

Jungkook le sonrió tiernamente mientras dejaba que la rubia descansara sobre su torso y le acariciara sus cabellos.

La imagen era simplemente perfecta: Dos personas en una playa, enamoradas. Esperando al que pronto sería la nueva luz de sus vidas y el probablemente dolor de cabeza más hermoso de todos los que pudiesen imaginar.

Ambos estaban a punto de dormirse, de no ser porque escucharon unos gritos a lo lejos.

Jimin: ¡Ayuda! ¡Por favor no lo hagas!.-Gritó la voz de Jimin a lo lejos, desesperado.-